Estados Unidos es un importante consumidor de uranio a nivel mundial y representa entre el 15 y el 20% del consumo total de uranio del mundo. Sin embargo, el país no tiene recursos internos significativos de uranio y depende en gran medida de las importaciones para satisfacer sus necesidades de uranio. En 2021, Estados Unidos importó aproximadamente 15.000 TM de uranio, principalmente de Canadá y Rusia.
El consumo de uranio en Estados Unidos está impulsado principalmente por la industria de la energía nuclear. Las centrales nucleares utilizan uranio como combustible para producir electricidad mediante el proceso de fisión nuclear. Estados Unidos opera actualmente alrededor de 93 reactores nucleares en 56 plantas de energía nuclear diferentes, que proporcionan alrededor del 20% de la generación eléctrica total del país.
El uranio es un material crítico para la industria de la energía nuclear y su suministro es esencial para garantizar el funcionamiento continuo de las centrales nucleares. Como resultado, el gobierno de los Estados Unidos ha implementado varias medidas para garantizar la seguridad y confiabilidad de su suministro de uranio, incluido el mantenimiento de una reserva estratégica de uranio y el apoyo a las actividades nacionales de extracción y exploración de uranio.