Situación estratégica
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, Australia era una nación pequeña y relativamente nueva. Recientemente se había independizado del Imperio Británico en 1901 y tenía una población de poco más de 5 millones de personas.
La posición geográfica de Australia la hacía vulnerable a los ataques de Alemania, que fue el principal enemigo de las fuerzas aliadas durante la Primera Guerra Mundial. Alemania tenía una armada fuerte y buscaba expandir su territorio en el Océano Pacífico.
Si Alemania hubiera ganado la guerra, es posible que Australia hubiera sido invadida. Esto habría tenido un impacto devastador en el país, ya que habría perdido su soberanía, su economía habría quedado arruinada y su pueblo habría quedado sometido al dominio alemán.
Alianzas políticas
Australia era miembro del Imperio Británico, y cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania en 1914, Australia se vio automáticamente involucrada en el conflicto.
Había un fuerte sentido de lealtad hacia Gran Bretaña entre los australianos, y muchos australianos estaban ansiosos por luchar junto a sus compatriotas británicos. Sin embargo, también hubo un sentimiento pacifista significativo en Australia. Muchos australianos creían que la guerra era un conflicto europeo y que Australia no debería participar.
Intereses económicos
La economía de Australia dependía en gran medida del comercio con Gran Bretaña y otros países aliados. Si Australia hubiera permanecido neutral durante la guerra, habría corrido el riesgo de perder este comercio, lo que habría tenido un impacto devastador en la economía.
Algunos australianos también creían que la guerra representaba una oportunidad para que Australia expandiera su territorio y su influencia en el Océano Pacífico.
Conclusión
No hay una respuesta fácil a la pregunta de si Australia debería haber ido a la Primera Guerra Mundial. Hay una variedad de factores a considerar y no existe un consenso claro entre los historiadores.
Sin embargo, es importante recordar que la decisión de ir a la guerra fue tomada por el gobierno australiano, y fue una decisión que contó con el apoyo de la mayoría de los australianos en ese momento.
La decisión de ir a la guerra tuvo un profundo impacto en Australia. Provocó la muerte de decenas de miles de soldados australianos y tuvo un impacto duradero en la economía y la sociedad del país.