Los objetivos declarados de los ataques eran:
- Poner fin al apoyo estadounidense a Israel y otros regímenes pro occidentales en el mundo musulmán.
- Castigar a Estados Unidos por su presencia militar en Oriente Medio y su apoyo a Israel
- Expulsar a las fuerzas estadounidenses de la Península Arábiga.
- Derrocar a los gobiernos de Arabia Saudita y Egipto.
- Unir al mundo musulmán bajo un único califato islámico.
Los ataques provocaron la muerte de casi 3.000 personas y causaron daños por más de 10.000 millones de dólares. Fueron los ataques terroristas más mortíferos de la historia y tuvieron un profundo impacto en Estados Unidos y el mundo.