La ocupación británica de Palestina fue un importante punto de inflexión en la historia de la región. Condujo a la Declaración Balfour, en la que el gobierno británico prometió establecer un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina. Esta declaración allanó el camino para la creación del Estado de Israel en 1948.
La ocupación británica de Palestina también tuvo un impacto negativo en la región. Provocó el desplazamiento de muchos árabes palestinos, que se vieron obligados a huir de sus hogares y convertirse en refugiados. El conflicto entre israelíes y palestinos continúa hasta el día de hoy.