Estados Unidos no entró en la Primera Guerra Mundial hasta abril de 1917, más de dos años y medio después de que comenzara la guerra. Sin embargo, el país había estado brindando ayuda financiera a las potencias aliadas, incluidas Gran Bretaña, Francia y Rusia, desde 1914. Además, muchos estadounidenses se ofrecieron como voluntarios para luchar para los aliados, incluido el famoso Lafayette Escadrille, un grupo de pilotos estadounidenses que volaron para Francia.
Entonces, si bien Estados Unidos no participó oficialmente en la Primera Guerra Mundial hasta 1917, había estado desempeñando un papel cada vez más activo en el conflicto durante varios años antes. La entrada del país en la guerra fue un importante punto de inflexión, ya que ayudó a inclinar la balanza a favor de los aliados.