Al comienzo de la guerra, Francia, Rusia y Gran Bretaña se aliaron contra Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano. Estas alianzas se crearon a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando cada país buscaba protegerse del ataque de sus rivales.
Cuando el archiduque Francisco Fernando fue asesinado en Sarajevo el 28 de junio de 1914, Austria-Hungría estaba decidida a castigar a Serbia, que creía que estaba detrás del complot. Sin embargo, Rusia respaldó a Serbia y Alemania respaldó a Austria-Hungría. Como resultado, las dos alianzas se vieron involucradas en el conflicto, que rápidamente se extendió por toda Europa.
Las principales alianzas que contribuyeron al inicio y extensión de la Primera Guerra Mundial fueron:
La Triple Alianza: Alemania, Austria-Hungría e Italia (aunque Italia permaneció neutral en la primera parte de la guerra).
La Triple Entente: Francia, Rusia y Gran Bretaña.
La Alianza Dual: Alemania y Austria-Hungría.
La Alianza Franco-Rusa: Francia y Rusia.
Estas alianzas dificultaron que los países de Europa resolvieran sus diferencias pacíficamente. Si un país iba a la guerra, sus aliados a menudo se veían obligados a unirse, aunque no quisieran. Esto dificultó el fin de la guerra una vez iniciada y contribuyó al elevado número de víctimas que causó.