Historia de Oceanía

¿Cómo afecta la guerra al hambre en el mundo?

Conflictos y disturbios civiles

En tiempos de guerra y conflicto, la producción y distribución de alimentos se ve interrumpida cuando los agricultores se ven obligados a abandonar sus tierras, dando paso al movimiento de tropas y a la violencia. Esta perturbación reduce la disponibilidad de alimentos para las poblaciones ya vulnerables, elevando el precio de los alimentos a niveles que las poblaciones en dificultades no pueden permitirse. El conflicto puede crear refugiados que no pueden regresar a su país de origen o a sus tierras de cultivo, lo que agrava el problema.

Destrucción de cultivos y ganado

La guerra y los conflictos a menudo conducen a la destrucción deliberada de cultivos y ganado, ya sea como táctica para matar de hambre a la población enemiga o como resultado del caos de la guerra. Esta destrucción reduce aún más los alimentos disponibles para las personas necesitadas.

Desplazamiento y pérdida de medios de vida

El desplazamiento de personas debido al conflicto las obliga a abandonar sus hogares y granjas, quitándoles sus medios para producir alimentos. Este desplazamiento, especialmente cuando se realiza a gran escala, altera las cadenas tradicionales de suministro de alimentos y puede provocar escasez de alimentos en zonas que ya enfrentan hambre y desnutrición.

Alteraciones del comercio y del mercado

Los conflictos y las guerras perturban el comercio y las actividades de mercado, dificultan el transporte de alimentos y otros suministros esenciales a quienes los necesitan, aumentan el costo de esos suministros y reducen la disponibilidad de alimentos en el mercado. Cuando el comercio y las actividades de mercado no funcionan adecuadamente y el acceso a los mercados y a los canales de transporte se ve afectado, los precios pueden aumentar bruscamente y la escasez de alimentos puede empeorar rápidamente.

Pérdida de Infraestructura y Servicios

La guerra puede dañar o destruir infraestructuras y servicios vitales, incluidos el transporte, las instalaciones de almacenamiento y los mercados. Esto puede perturbar aún más el suministro de alimentos y limitar el acceso a los mismos de las personas que dependen de estos servicios para obtener los alimentos que necesitan.