Según la Biblia, después del gran diluvio, el Arca de Noé se detuvo en el monte Ararat. La ubicación exacta donde aterrizó el arca no se especifica en la Biblia, pero el monte Ararat se ha asociado durante mucho tiempo con este evento.
A lo largo de los años se han realizado numerosas expediciones al monte Ararat en busca de los restos del Arca de Noé. Sin embargo, nunca se ha encontrado ninguna evidencia concluyente del arca. Algunas expediciones han informado haber encontrado trozos de madera u otros objetos que, según afirman, pertenecen al arca, pero estas afirmaciones no han sido verificadas.
A pesar de la falta de pruebas concretas, el Monte Ararat sigue siendo un destino popular para los peregrinos religiosos y los turistas atraídos por su significado bíblico. La montaña ofrece impresionantes vistas del campo circundante y es un destino popular para practicar senderismo y montañismo.