Las motivaciones y propósitos de los países involucrados en la Segunda Guerra Mundial fueron complejos y variados. Algunas de las razones clave de la guerra incluyen:
* Imperialismo y Nacionalismo: Muchos países estaban motivados por el deseo de expandir sus imperios o hacerse con el control de recursos y territorios. Esto fue particularmente cierto en el caso de las potencias del Eje, como Alemania, Italia y Japón, que buscaban establecer nuevos imperios.
* Fascismo y Totalitarismo: El ascenso de regímenes fascistas y totalitarios, como la Alemania nazi y la Unión Soviética, provocó mayores tensiones y conflictos entre naciones. Estos regímenes se basaban en ideologías que promovían el militarismo, el autoritarismo y la creencia en la superioridad de una raza o nación sobre otras.
* Apaciguamiento: En la década de 1930, algunos países, particularmente las democracias occidentales, adoptaron una política de apaciguamiento hacia las potencias del Eje en un intento de evitar la guerra. Sin embargo, esta política fracasó y sólo sirvió para envalentonar a las potencias del Eje y provocó el estallido de la guerra.
* Conflictos ideológicos: La guerra también implicó conflictos ideológicos entre diferentes sistemas políticos, como el comunismo, el fascismo y la democracia. La Unión Soviética y los aliados occidentales se oponían al fascismo, pero también tenían profundas diferencias ideológicas que contribuyeron a la Guerra Fría después de la guerra.
El propósito de la Segunda Guerra Mundial, desde la perspectiva de los Aliados, era derrotar a las potencias del Eje y defender los principios de democracia, libertad y derechos humanos. Los aliados buscaron acabar con el fascismo y el totalitarismo y prevenir guerras futuras mediante el establecimiento de un orden internacional más justo y pacífico.
Al final, los aliados obtuvieron la victoria y la Segunda Guerra Mundial resultó en la derrota de las potencias del Eje y el establecimiento de un nuevo orden global basado en los principios de democracia y seguridad colectiva.