Además de estos ataques económicos directos contra los judíos, el régimen nazi también creó un clima de miedo e incertidumbre que dificultó que los judíos participaran en actividades económicas. Muchos judíos tenían miedo de abrir negocios o invertir en propiedades, temiendo ser atacados por los nazis. Como resultado, la economía judía se debilitó aún más.
La destrucción de la economía judía durante la Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto devastador en la comunidad judía. Muchos judíos quedaron en la indigencia y no pudieron reconstruir sus vidas después de la guerra. El daño económico causado por los nazis contribuyó al declive a largo plazo de las comunidades judías en Europa.