El conflicto palestino-israelí Es una disputa de décadas entre el gobierno del Estado de Israel y el movimiento nacional del pueblo palestino. Si bien las raíces del conflicto se remontan al siglo XIX, la fase moderna del conflicto comenzó después de la Primera Guerra Mundial y el fin del dominio del Imperio Otomano en la región. El conflicto abarca una amplia gama de disputas políticas, sociales, religiosas y territoriales.
Las principales cuestiones centrales del conflicto palestino-israelí son:
Fronteras y territorio: Las dos partes no se han puesto de acuerdo sobre las fronteras finales de sus respectivos estados. Los principales puntos de discordia son el estatus de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este. También están en juego los asentamientos israelíes en Cisjordania, que se consideran ilegales según el derecho internacional, y la barrera israelí en Cisjordania.
Jerusalén: La ciudad de Jerusalén tiene un estatus especial en el conflicto, ya que tanto israelíes como palestinos la reclaman como su capital. El gobierno israelí controla actualmente toda la ciudad, pero la Autoridad Palestina reclama Jerusalén Este como la capital de un futuro Estado palestino.
Los refugiados y el derecho al retorno: Hay millones de refugiados palestinos que fueron desplazados de sus hogares durante la guerra árabe-israelí de 1948 y la guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos exigen que se les permita regresar a sus antiguos hogares, mientras que Israel argumenta que esto amenazaría el carácter judío del país.
Recursos hídricos: El agua es un recurso escaso en la región, y tanto israelíes como palestinos tienen derechos contrapuestos sobre los recursos hídricos del río Jordán y los acuíferos de montaña en Cisjordania.
Seguridad: Tanto israelíes como palestinos citan las preocupaciones de seguridad como una de las principales razones del conflicto. Los israelíes señalan la violencia perpetrada por grupos militantes palestinos, mientras que los palestinos señalan la ocupación militar israelí y las continuas restricciones a su movimiento y desarrollo económico.
El conflicto palestino-israelí es un problema complejo e intratable que no tiene soluciones fáciles. Es un conflicto que ha durado décadas y ha costado la vida a miles de personas. Es un conflicto que ha implicado múltiples rondas de violencia, negociaciones e iniciativas de paz, pero que aún no ha encontrado una resolución duradera.