La Segunda Guerra Mundial jugó un papel importante en la aceleración y amplificación de estas tendencias.
Durante la guerra, el gobierno de Estados Unidos invirtió mucho en el esfuerzo bélico, lo que condujo a una expansión masiva de la industria manufacturera. Esto creó millones de nuevos puestos de trabajo, tanto en las propias fábricas como en las industrias de apoyo, como el transporte y la construcción.
La guerra también tuvo un profundo impacto en la estructura social de Estados Unidos. Antes de la guerra, la clase media constituía un porcentaje relativamente pequeño de la población, pero creció rápidamente durante la guerra cuando millones de personas se trasladaron de las zonas rurales a las ciudades para trabajar en las fábricas.
La guerra también ayudó a derribar las barreras de clases tradicionales, ya que personas de todos los orígenes trabajaron juntas para apoyar el esfuerzo bélico. Esto ayudó a crear una sociedad más igualitaria, en la que era menos probable que las personas fueran definidas por su clase social.
Finalmente, la guerra provocó un aumento en la disponibilidad de educación y atención médica, lo que ayudó a mejorar el nivel de vida de todos los estadounidenses.
En conclusión, la Segunda Guerra Mundial jugó un papel importante en la creación y expansión de la clase media en los Estados Unidos. La guerra creó millones de nuevos empleos, ayudó a derribar las tradicionales barreras de clase y aumentó el acceso a la educación y la atención médica. Estos factores se combinaron para crear una sociedad más próspera e igualitaria.