Historia de Sudamérica

¡VIVA EL DÍA DEL TRABAJO!

MODELOS ANTIGUOS Y NUEVOS EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XX La década de 1970 fue particularmente importante para la historia del Perú porque una clase militar emergente quería imponer sus ideas y transformar el país. El modelo revolucionario que habían elegido los líderes de aquella aventura se basaba en una ideología que no aceptaba ni el capitalismo ni el comunismo. Pretendía imponer un nuevo camino de desarrollo, similar al que estaba implementando en Yugoslavia el mariscal Tito. En el resto del mundo, la lucha iniciada desde principios de siglo entre los modelos capitalista y comunista continuó su rumbo bipolar, con los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como ejes, aunque, desde el principio, En los años cincuenta, la República Popular China, dirigida por Mao Tse Tung, pasó a primer plano en la contienda ideológica con una atroz "revolución cultural" que fue la punta del iceberg de un modelo comunista completamente nuevo. Corea del Norte y Cuba, obstinadamente, fueron las dos pequeñas repúblicas que a su manera y con mil sacrificios de su población, siguieron una ruta socialista donde la riqueza estaba mejor distribuida pero la libertad tenía poco espacio.
LA CAÍDA DE MODELOS Y EL MURO DE BERLÍN El modelo peruano de Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas duró muy poco tiempo, así como el modelo que Tito quería implantar en Europa. Perú acabó volviendo a manos de los antiguos dueños de la capital y Yugoslavia se balcanizó, formándose posteriormente unas cinco repúblicas con disímiles orientaciones políticas. En 1989 cayó el muro de Berlín y el mundo se volvió unipolar con sólo Estados Unidos como cabeza del planeta. China mutó y con la capacidad que sus líderes habían heredado de Lao Tse, Confucio y Mao Tse Tung, pronto aprendió a convivir con el Tío Sam. Corea del Norte y Cuba, como pequeños lunares en la piel de la humanidad, fueron los únicos países que apoyaron estoicamente la expansión del llamado neoliberalismo, que no es otra cosa que neocapitalismo o "capitalismo salvaje", como dijo el Papa Pablo II a este nueva etapa de la vida socioeconómica del mundo.

¡VIVA EL DÍA DEL TRABAJO!
DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL A LA ERA DEL CONOCIMIENTO A pesar de los vaivenes que sufrió la humanidad en el siglo XX en su concepción ideológico-política, el mundo avanzaba hacia el progreso y el desarrollo industrial dio paso a la Era del Conocimiento, con el apoyo imprescindible de la alta tecnología y la tecnología de la información, donde, como antes , los ejes fundamentales del desarrollo son el capital y el trabajo. Cada uno de estos elementos forma parte sustancial de la producción y de las relaciones sociales de producción, por lo tanto, sus ideas, costumbres y comportamientos se plasman en toda la sociedad, principalmente en la dinámica económica y política.
IMPORTANCIA DEL CAPITAL Y DEL TRABAJO Y SU LUCHA HISTÓRICA ¿Quién podría ignorar la importancia del capital, ya sea en bienes de capital o en dinero "frío y frío" para el desarrollo de un país? Asimismo, ¿quién podría discutir la importancia del trabajo? Nadie, sea sensato. Sin embargo, ambos factores de producción han estado en conflicto permanente, emprendido por algunos para mantener el status quo y por otros para lograr la justicia social. Esta lucha por el poder es la que convirtió en el siglo XX al mundo en un planeta con cuatro ejes, dos naturales, los polos Norte y Sur, y dos artificiales, el Tío Sam y el Oso Ruso, y el que, ahora, tiene se convirtió en un trípode de hachas porque el Oso Ruso se debilitó con la Perestroika y desapareció con Glasnot. Dicho conflicto histórico, entre capitalistas y trabajadores, es el que, al no encontrar caminos claros de desarrollo por ambas partes, hizo que los ideólogos y militares peruanos de los años 1970 caminaran por un camino no capitalista y no comunista, intentando ilusamente tomar otro camino alternativo, inédito y, al final, infeliz. El capital y el trabajo alcanzaron sus fundamentalismos, sus momentos de mayor ira y delirante. Primero, en la Guerra del Golfo Pérsico, cuando una coalición de treinta y cuatro países liderada por Estados Unidos atacó a los iraquíes en Kuwait, principalmente para defender el sistema financiero, en los años 1990 y 1991. Segundo, en las décadas de 1980 y 1990, cuando querían hacer caminar victoriosa la "quinta espada" en territorio peruano intentando llevar el poder del "campo a la ciudad". El conflicto con Irak aún tiene consecuencias y se define con la toma de ese país por parte de Estados Unidos. En cambio, las huellas de la “quinta espada” sólo se pueden ver en el VRAE.
IMPOSICIÓN DEL GRAN CAPITAL Y UN GRITO DE ESPERANZA También en el resto del mundo la lucha sociopolítica entre el capital y el trabajo llegó a dilucidarse en las guerrillas, los campos de batalla y las ocupaciones militares, y quien prevaleció, después de todo, fue el capital. El trabajo arrinconado, ahí está, ensangrentado, magullado y dolorido; pero el trabajador, el campesino, el intelectual, el maestro, el ama de casa, todos ellos, hombres y mujeres, trabajadores dignos y honestos, aún no están sin vida, seguramente resurgirán gritando como en uno de los versos del poema de César Vallejo:
“¡Viva con esta b del buitre en las entrañas de Pedro y Rojas, del héroe y del mártir! ¡Salve a todos los camaradas pronto! ¡Vivan por siempre los compañeros al pie de esta cuchara!
LA LUCHA NO HA SIDO EN VANO La búsqueda del espacio histórico entre capitalistas y trabajadores no ha sido en vano. Ayer el trabajador quiso compensarse con la bandera del socialismo y no pudo. Hoy, el capitalista se entrega a la mascarada del neoliberalismo. Pero, la última palabra no está dicha porque hay personas e instituciones que cada día levantan las banderas de la dignidad humana, principalmente dignificando al trabajador. Una de ellas es la Iglesia católica, que en casi la mitad del siglo pasado discutió este problema y decidió pronunciarse. Muy pocos conocen este pronunciamiento y si lo conocen no lo comentan y si lo comentan lo distorsionan..
UNA ANÉCDOTA MUY ELOCUENTE Una anécdota basta para entender lo dicho. Durante la crisis del Perú, poco después de la toma del poder por los militares en 1968, el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Sr. Reymundo Duharte, apareció en el programa "Pulso" de Panamericana TV. El gran periodista Alfonso Tealdo condujo este programa. Uno de los invitados fue el periodista de "El Comercio" Sr. Augusto Zimmermann Zavala. Las preguntas iban y venían y llegó el turno de Zimmermann de hacerlas. - ¿Podría decirme el Sr. Duharte si está de acuerdo con la siguiente cita:“El trabajo humano que se realiza en la producción y el comercio es muy superior a los demás elementos de la vida económica…?”.- No estoy de acuerdo- dijo el Ingº Duharte- porque es un pensamiento marxista…- No señor, es un pronunciamiento de la Iglesia Católica, en Gaudium Et Spes…- ¡Vamos a un tribunal! –fue la salida de Tealdo, experto en estas materias.
“ES UN PENSAMIENTO MARXISTA”, DICEN… Todo lo que no fuera “música celestial” para los oídos de los capitalistas y sus representantes fue tildado de marxista y por ese sentimiento, y con ese pretexto, hacen oídos sordos a los reclamos de justicia social. ¿Escuchó comentar el pensamiento de la Iglesia sobre el trabajo y el trabajador? ¿Algún empresario que va a misa todos los domingos, reza de rodillas, se confiesa frecuentemente, etc., etc., ha aplicado el pensamiento de la Iglesia en su empresa? ¿A algún ideólogo se le ha ocurrido alguna vez comentar este pensamiento en un periódico, revista, libro, radio o televisión? ¿Se ha escuchado a algún dirigente sindical argumentar sus demandas basándose en el pensamiento de la Iglesia? ¿No es hora de que este pensamiento prevalezca en este mundo esclavo del neoliberalismo y del capitalismo salvaje?

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LEER, DIFUNDIR Y APLICAR! Como homenaje a los trabajadores peruanos y al Magisterio de la Iglesia, publico algunas partes de la “Constitución Pastoral Gaudium Et Spes sobre la Iglesia en el mundo moderno”, para que con argumentos cristianos sepan hacer valer sus derechos y sigan luchando. por la justicia social. . Me he dado dos licencias:los subtítulos y el subrayado de lo más pertinente.
¿QUÉ DICE LA IGLESIA SOBRE EL TRABAJO HUMANO? “El trabajo humano que se realiza en la producción y en el comercio o en los servicios es muy superior a los demás elementos de la vida económica, ya que estos últimos no tienen otra función que la de instrumentos. Pues bien, el trabajo humano, autónomo o dirigido, procede inmediatamente de la persona, que marca con su impronta la materia sobre la que trabaja y la somete a su voluntad. Es para el trabajador y su familia el medio ordinario de subsistencia; A través de ella, el hombre se une a sus hermanos y les presta un servicio, puede practicar la verdadera caridad y cooperar a la perfección de la creación divina. No sólo esto. Sabemos que, con la oblación de su obra a Dios, los hombres se asocian a la obra redentora de Jesucristo, que dio al trabajo una dignidad eminente al trabajar con sus propias manos en Nazaret. De ahí se deriva para todo hombre el deber de trabajar fielmente, así como el derecho a trabajar. Y es deber de la sociedad, por su parte, ayudar, según sus propias circunstancias, a los ciudadanos para que puedan encontrar la oportunidad de un empleo suficiente. Finalmente, la remuneración del trabajo debe ser tal que permita al hombre y a su familia una vida digna en el plano material, social, cultural y espiritual, teniendo en cuenta el trabajo y la productividad de cada uno, así como las condiciones del trabajo. negocios y el bien común. La actividad económica suele ser resultado del trabajo asociado de los hombres; por eso es injusto e inhumano organizarlo y regularlo en perjuicio de algunos trabajadores. Sin embargo, hoy en día es demasiado común que los trabajadores sean, en cierto sentido, esclavos de su propio trabajo. Lo cual no está en modo alguno justificado por las llamadas leyes económicas. Todo el proceso productivo debe, por tanto, ajustarse a las necesidades de la persona y al modo de vida de cada uno en particular, de su vida familiar, principalmente en lo que respecta a las madres de familia, teniendo siempre en cuenta el sexo y edad. Además, se debe ofrecer a los trabajadores la oportunidad de desarrollar sus cualidades y personalidad en el propio lugar de trabajo. Dedicando, con la debida responsabilidad, vuestro tiempo y fuerzas a esta obra, dejad que todos disfruten de un tiempo de descanso y de reposo suficiente que les permita cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa. Además, tienen la posibilidad de desarrollar libremente las energías y cualidades que difícilmente podrán cultivar en su labor profesional.”
¿CÓMO DEBE PARTICIPAR EL EMPLEADO? “En las empresas económicas son personas asociadas, es decir, hombres libres y autónomos, creados a imagen de Dios. Por ello, teniendo en cuenta las funciones de cada uno, propietarios, administradores, técnicos, trabajadores, y preservando la necesaria unidad en la gestión, se debe promover la participación activa de todos en la gestión de la empresa, según formas que deben ser determinado correctamente. Sin embargo, dado que en muchos casos no es a nivel de empresa, sino a niveles institucionales superiores, donde se toman las decisiones económicas y sociales de las que depende el futuro de los trabajadores y sus hijos, los trabajadores también deben participar en dichas decisiones. por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos. Entre los derechos fundamentales de la persona humana debe estar el derecho de los trabajadores a fundar asociaciones libremente que representen auténticamente al trabajador y puedan colaborar en la correcta organización de la vida económica, así como el derecho a participar libremente en las actividades de las asociaciones sin riesgo de represalias. A través de esta participación ordenada, que va ligada al progreso en la formación económica y social, crecerá cada vez más entre todos el sentido de autorresponsabilidad, lo que les llevará a sentirse colaboradores, según sus propios medios y aptitudes, en la tarea económica. y el desarrollo social y la consecución del bien común universal”.

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¿CÓMO SE DEBEN RESOLVER LOS DISPUTAS LABORALES? “En caso de conflictos económico-sociales, se deben hacer esfuerzos para encontrar soluciones pacíficas. Aunque siempre se debe recurrir primero a un diálogo sincero entre las partes, en la situación actual la huelga puede seguir siendo un medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los derechos y la consecución de las justas aspiraciones de los trabajadores. . . Encontrar, sin embargo, lo antes posible, formas de negociar y retomar el diálogo conciliador.”
LOS BIENES CREADOS DEBEN SER EQUITATIVOS “Dios ha destinado la tierra y todo lo que contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos equitativamente bajo la égida de la justicia y en compañía de la caridad. Cualesquiera que sean las formas de propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según circunstancias diversas y variables, nunca debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al utilizarlas, no debe tener las cosas externas que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no sólo le beneficien a él, sino también a los demás. Por lo demás, el derecho a poseer una porción suficiente de bienes para ellos y sus familias es un derecho que corresponde a todos. Éste es el sentimiento de los Padres y doctores de la Iglesia, que enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y ciertamente no sólo con bienes superfluos. Quien se encuentra en situación de extrema necesidad tiene derecho a tomar de la riqueza de los demás lo que sea necesario para sí. Siendo actualmente tantos los oprimidos por el hambre en el mundo, el sagrado Concilio insta a todos, individuos y autoridades, a recordar aquella frase de los Padres:Alimentad al que muere de hambre, porque, si no le alimentáis, las plantas , según sus propias posibilidades, comunicarse realmente y ofrecer sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto a las personas como a los pueblos, para que puedan ayudarse y desarrollarse por sí mismos”
EL FINAL PRIMARIO DEL INVERSIÓN “Las inversiones deben orientarse a garantizar oportunidades de empleo y beneficios suficientes para la población presente y futura. Los responsables de las inversiones y de la organización de la vida económica, tanto individuos como grupos o autoridades públicas, deben tener presentes estos objetivos y reconocer su grave obligación de vigilancia, por un lado, para proporcionar lo necesario para una vida digna, para los individuos y para toda la comunidad, y, por otro lado, prever el futuro y establecer un justo equilibrio entre las necesidades actuales de consumo individual y colectivo y las necesidades de inversión de las generaciones futuras. Además, tenga en cuenta las necesidades urgentes de las naciones o regiones económicamente menos desarrolladas. En términos de política monetaria, tenga cuidado de no perjudicar el bien de su propia nación o de los demás. Tomar precauciones para que los económicamente débiles no se vean afectados injustamente por los cambios en el valor de la moneda.”
Lima, 1 de mayo de 2009 Julio R. Villanueva Sotomayo r
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