Luego de la presentación del Volumen 13 de nuestra Colección Pensamiento Educativo Peruano-CPEP, realizada el viernes 23 de enero en el Instituto de Estudios Peruanos-IEP, presentamos un interesante artículo del Dr. Manuel Burga Díaz, coordinador editorial de esta monumental publicación que recorre la historia de la educación peruana, quien también fue el moderador del evento. En el artículo, el destacado historiador hace un recorrido por las dos reformas educativas que han intentado implementarse en nuestro país, sus alcances y consideraciones según los contextos de cada época. La Alta Dirección de Derrame Magisterial ha hecho un gran esfuerzo editorial para publicar estos quince volúmenes, fiel a su compromiso con la investigación y el apoyo a la educación nacional, a través de estos contenidos que nos llevan a conocer el pasado y, a partir de estas experiencias previas -algunas de las cuales tuvo como protagonistas a grandes figuras de la intelectualidad y la ciencia educativa peruana- detectar aquellos elementos que nos permitan proponer las mejoras que tanto necesita nuestro actual sistema educativo.
REFORMAS EDUCATIVAS EN EL PERÚ
por Manuel Burga Díaz, historiador y profesor universitario
Se crean dos comisiones para elaborar reformas educativas Siempre me han llamado la atención en nuestro país.
El primero, designado por el Presidente Manuel Pardo, encabezado por el Ministro Manuel Odriozola e integrado por liberales peruanos y extranjeros, como Manuel A. Fuentes, Eduardo de Habich, Sebastián Lorente, Pierre Pradier Foderé, entre otros. Liberales que vinieron de España, Francia y Polonia con la intención de cambiar el mundo.
Todos jóvenes y de muy alto nivel. Trabajaron intensamente durante ocho meses para preparar una propuesta, que el presidente Pardo promulgó meses después como Nuevo Reglamento de Instrucción Pública en marzo de 1876, cuatro meses después de finalizar su mandato.
La otra comisión fue nombrada por el general Juan Velasco Alvarado y estuvo integrada por Emilio Barrantes, quien la presidió, además de Wálter Peñaloza y Augusto Salazar Bondy, tres miembros de muy alto nivel. Docentes, comprometidos con las prácticas educativas y la educación nacional.
El trabajo de esta comisión acabó en el famoso Libro Azul , que inmediatamente después se convirtió en la nueva Ley General de Educación de 1972, que intentó la reforma educativa del siglo XX, pero que tuvo muy poca duración.
Muchos se opusieron a esta reforma. Tuve a Augusto Salazar Bondy como profesor de Introducción a la Filosofía y recuerdo vívidamente sus clases, su seriedad, su aire cansado, su dedicación y el trabajo que desplegaba en el aula. La oposición a esta reforma y a la ley universitaria de 1969 fue verdaderamente dramática, sorprendente y dogmática.
Las vanguardias maoístas, que luego se agruparon en varios grupos radicales, incluido Sendero Luminoso, los satanizaron, rechazaron y repudiaron. Incluso atacaron a algunos de sus defensores, no recuerdo si era Salazar Bondy.
Los líderes estudiantiles afirmaron en voz alta que mantenían el status quo :el retorno al sistema universitario y la abolición de los estudios generales. En estas circunstancias, del auge del maoísmo en las universidades, en 1974, cuando ya había comenzado el ocaso de esta reforma educativa, Salazar Bondy falleció a los 49 años.
Estas dos comisiones se destacan por la calidad de sus integrantes, por la magnitud de sus propuestas, que formaban parte de planes originales de gobierno, por traducir las situaciones políticas e ideológicas de la época. y por el significado que han tenido en la historia de la educación peruana.
La primera, para descalificarla, fue acusada de anticlerical, y la segunda, con la misma intención, de fascista, pequeñoburguesa. Con el paso del tiempo, la historia parece haberlos reivindicado. El primero creó el moderno sistema de educación peruana, dividido en tres ciclos, primario, secundario y superior, orientado a descubrir el país y promover su desarrollo. El libro de Antonio Raimondi, Perú , de 1874, resume bien la intención de esta reforma.
El segundo, formulado en el declive del poder oligárquico en el Perú, proponía transformar el país, eliminar las exclusiones, respetar la diversidad y crear un nuevo tipo de ciudadanía. La historia muestra, con estos ejemplos, que no es fácil reformar la educación, especialmente si tiene que ver con la universidad. Aprendamos de la historia.
Fuente:Diario El Peruano, 29 de agosto de 2013
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