El ingenio designa el lugar donde se producía azúcar durante el período colonial.
Estos ingenios aparecieron en el siglo XVI, cuando se plantaba caña de azúcar en Brasil.
Tenían edificios para moler la caña de azúcar, lugares para transformar el jugo en melaza y rapadura, una capilla, una casa para los dueños y un cuartel para los esclavizados.
Los primeros plantones de caña de azúcar llegaron desde Portugal a mediados del siglo XVI. Los portugueses ya conocían técnicas de plantación, pues cultivaban y fabricaban el producto en la isla de Madeira y Azores.
Estructura de los molinos coloniales
El molino colonial era un gran complejo dividido en varias partes:
- Canefield :donde se cultivaba la caña de azúcar;
- Mente :lugar para moler la planta y extraer el jugo. El molino funcionaba con tracción animal, agua (molino) o incluso con la fuerza humana de los propios esclavos.
- Casa de las Calderas :espacio utilizado para hervir el jugo de la caña de azúcar en hoyos excavados en la tierra. El resultado, un líquido espeso, se hervía en ollas de cobre.
- Casa de los Hornos :una especie de cocina que albergaba grandes hornos que calentaban el producto y lo convertían en melaza de caña.
- Casa de la Purga :existían las formas con el caldo cristalizado, llamado pan de azúcar. Luego de seis a ocho días fueron desmoldados, refinados y listos para su comercialización.
- Plantaciones :Además de las plantaciones de caña de azúcar, había plantaciones de subsistencia (huertos), en las que se cultivaban frutas y verduras para alimentar a los habitantes del ingenio.
- Casa Grande :representaba el centro de poder de los molinos, siendo el lugar donde vivía el terrateniente y su familia. A pesar del imponente nombre, no todas las casas eran grandes.
- Senzala :lugares que albergaban a personas esclavizadas y donde no había ningún tipo de comodidad y dormían en el suelo de tierra. Por la noche los encadenaban para impedir la fuga
- Capilla :construcción realizada para celebrar los ritos religiosos de los habitantes del molino, especialmente los portugueses. Allí se llevaban a cabo las misas y las principales manifestaciones católicas como bautismos, bodas, novenas, etc. Vale recordar que los esclavizados muchas veces eran obligados a participar en los cultos.
- Casas para trabajadores libres :pequeñas y sencillas viviendas donde vivían los trabajadores libres del molino. Generalmente eran empleados cualificados como carpinteros, maestros azucareros, etc.
- Corral :albergaba a los animales utilizados en los molinos, ya sea para el transporte (productos y personas), en molinos de tracción animal o para alimentar a la población.
Funcionamiento de los molinos coloniales
Primero, la caña se cultivaba en grandes extensiones de tierra (latifundios), luego se cosechaba y se llevaba al ingenio, donde se producía el jugo de la caña de azúcar.
Luego de este proceso, el producto era llevado a las calderas y luego al horno. Por ello, la melaza de caña se colocaba en moldes y una vez cristalizada se la conocía como pan de azúcar. Finalmente, fue refinado en la casa de purga y embolsado para su envío.
Una parte, y sobre todo la panela (que no pasó por el proceso de refinación) se destinaba al comercio interior. Sin embargo, la mayor parte de la producción se destinó a abastecer el mercado europeo.
Por su estructura y la gran cantidad de mano de obra, los molinos eran considerados “pequeños pueblos”. A finales del siglo XVII ya existían unos 500 ingenios azucareros en Brasil, principalmente en la región noreste.
A partir del siglo XVIII, el azúcar comenzó a decaer, con la competencia de británicos, holandeses y franceses en sus colonias caribeñas.
Además, se descubrieron yacimientos de oro, lo que inició el Ciclo del Oro en Brasil y, poco a poco, varios ingenios azucareros fueron desactivados.
El trabajo de los esclavos en las plantaciones
Los esclavos representaban la principal fuerza laboral en los ingenios azucareros (alrededor del 80%) y no recibían salario. Aunque la mayoría de ellos procedían de África, muchos esclavos indígenas trabajaron en plantaciones coloniales.
Además de trabajar muchas horas, vivían en pésimas condiciones, vestían harapos, eran azotados por los capataces y comían muy mal. Trabajaban tanto en la producción de caña de azúcar como en las casas señoriales, cuidando la cocina, limpiando, criando a los hijos del señor, etc.
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