Historia de Sudamérica

¿Cómo era la tierra en Nueva Jersey en el siglo XVIII?

La tierra de Nueva Jersey en el siglo XVIII era muy diferente de lo que es hoy. El estado estaba densamente boscoso, con grandes masas de robles, nogales y pinos. Los bosques albergaban una gran variedad de vida silvestre, incluidos ciervos, osos, lobos y zorros. La costa era pantanosa y poco desarrollada, con pocos asentamientos permanentes. El clima era en general más cálido que el actual, con inviernos suaves y veranos calurosos.

La tierra también fue el hogar de una variedad de tribus nativas americanas, incluidos los Lenape y los Iroqueses. Estas tribus vivían en pequeñas aldeas y dependían de la caza, la pesca y la agricultura para su sustento. La llegada de colonos europeos en el siglo XVII trastocó el modo de vida de los nativos americanos y muchas tribus se vieron obligadas a trasladarse hacia el oeste.

A principios del siglo XVIII, Nueva Jersey era una colonia próspera. La población crecía rápidamente y la economía se basaba en la agricultura, el comercio y la construcción naval. El estado también se estaba convirtiendo en un destino popular para los refugiados religiosos, que buscaban liberarse de la persecución.

A mediados del siglo XVIII, Nueva Jersey jugó un papel clave en la Revolución Americana. El estado fue sede de varias batallas importantes y muchos de sus residentes lucharon por la independencia de Gran Bretaña. Después de la guerra, Nueva Jersey se convirtió en uno de los trece estados originales de los Estados Unidos.