Rafael Trujillo, dictador dominicano de 1930 a 1961, tenía una postura compleja y cambiante sobre la inmigración judía. Inicialmente, expresó opiniones antisemitas y se mostró reacio a permitir la entrada de refugiados judíos al país. Sin embargo, más tarde modificó su posición y permitió que un número limitado de refugiados judíos se establecieran en la República Dominicana, principalmente en la región norte alrededor de Sosúa.
Sosúa se convirtió en un refugio para los refugiados judíos, y el gobierno dominicano les proporcionó tierras y recursos para establecer una nueva comunidad. Los colonos judíos en Sosúa enfrentaron algunos desafíos y discriminación iniciales, pero en gran medida fueron bienvenidos e integrados a la población local.
Vale la pena señalar que la asistencia de la República Dominicana a los judíos durante el Holocausto fue relativamente modesta en comparación con otros países que desempeñaron un papel más activo en la prestación de refugio y apoyo humanitario. Sin embargo, muchos todavía reconocen y aprecian los esfuerzos realizados por el gobierno dominicano y la comunidad local en Sosúa para dar la bienvenida a los refugiados judíos durante este período oscuro.