Historia de Sudamérica

¿Cuál fue la actitud inglesa hacia las colonias americanas en el siglo XVIII?

En el siglo XVIII, la actitud inglesa hacia sus colonias americanas era compleja y en evolución. He aquí algunos aspectos clave de sus actitudes y políticas durante ese período:

1. Mercantilismo y Control Económico:

El gobierno británico veía principalmente a las colonias americanas como una fuente de materias primas y un mercado para los productos manufacturados ingleses. Implementaron políticas mercantilistas que tenían como objetivo beneficiar a la economía inglesa. Esto incluía las Leyes de Navegación, que restringían el comercio colonial a los barcos y puertos ingleses.

2. Control Político y Autoridad Imperial:

Los británicos buscaron mantener el control político y la autoridad sobre las colonias. Establecieron colonias reales gobernadas directamente por la Corona británica y designaron gobernadores y otros funcionarios para supervisar los asuntos coloniales. Esto provocó tensiones entre las colonias y las autoridades británicas por cuestiones de impuestos, representación y autonomía local.

3. Asentamiento y Ampliación:

Los británicos alentaron los asentamientos en las colonias para expandir el imperio, aumentar la actividad económica y asegurar sus reclamos territoriales en América del Norte. Otorgaron estatutos a individuos y empresas para establecer colonias y brindaron incentivos a los colonos, como concesiones de tierras y libertad religiosa.

4. Asimilación cultural y anglicización:

Los ingleses tenían como objetivo promover la asimilación cultural y la anglicización en las colonias. Buscaban difundir el idioma, las costumbres, las leyes y las instituciones inglesas para crear una identidad británica unificada en todo el imperio. En ocasiones, esto provocó conflictos con colonos no ingleses y poblaciones nativas americanas.

5. Tolerancia religiosa y diversidad:

En comparación con otras potencias europeas, las colonias inglesas eran relativamente tolerantes con la diversidad religiosa. A varias denominaciones protestantes se les permitió practicar libremente y algunas colonias, como Rhode Island, se fundaron sobre principios de libertad religiosa.

6. Guerras imperiales y participación colonial:

Los británicos a menudo involucraron a las colonias americanas en sus conflictos y guerras imperiales, como la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y la Guerra Francesa e India (1754-1763). Esto generó cargas financieras y obligaciones militares para los colonos, lo que contribuyó al creciente descontento y tensiones.

7. Fiscalidad y Representación:

Una de las principales fuentes de conflicto entre las colonias y los británicos fue la cuestión de los impuestos sin representación. Los británicos impusieron diversos impuestos a las colonias, como la Ley del Timbre de 1765, que desató protestas y demandas de una mayor representación en el Parlamento británico.

En resumen, la actitud inglesa hacia las colonias americanas en el siglo XVIII estuvo determinada por una combinación de consideraciones económicas, políticas, culturales e imperiales. La tensión entre la autoridad imperial y la autonomía colonial, junto con cuestiones de impuestos y representación, finalmente culminó en la Revolución Americana y la búsqueda de la independencia de las colonias.