Diferencias culturales: Muchos estadounidenses sintieron que los inmigrantes trajeron consigo costumbres, idiomas y religiones extranjeras que eran incompatibles con la cultura y los valores estadounidenses. Les preocupaba la posible dilución de su propia identidad y la erosión de los modos de vida tradicionales estadounidenses.
Tensiones sociales :La afluencia de nuevos inmigrantes provocó una mayor diversidad social y cultural, que a veces puede crear tensiones y conflictos entre diferentes grupos. Algunos estadounidenses se sintieron incómodos o amenazados por esta creciente heterogeneidad y creían que era más difícil mantener la cohesión y la unidad dentro de la sociedad.
Nativismo y racismo: Algunos estadounidenses tenían opiniones nativistas y racistas que consideraban inferiores a ciertos grupos étnicos o raciales. Estos prejuicios estaban arraigados en estereotipos, prejuicios y temores históricos sobre los cambios demográficos del país.
Falta de integración :Si los inmigrantes no se asimilaran o integraran en la sociedad estadounidense, esto podría generar una sensación de separación y resentimiento. Es posible que algunos estadounidenses hayan sentido que los inmigrantes no estaban haciendo el esfuerzo suficiente para aprender el idioma, adaptarse a las costumbres locales o contribuir positivamente a la comunidad.