Oportunidades económicas: Los territorios occidentales también ofrecían numerosas oportunidades económicas. El descubrimiento de oro en California en 1848 desató una fiebre del oro que atrajo a miles de personas a la región. Otros colonos se sintieron atraídos por las oportunidades de dedicarse a la agricultura, la ganadería, la minería y otras industrias que estaban en desuso en Occidente.
Libertad religiosa: Algunos colonos se sintieron motivados por motivos religiosos a ir más al oeste. Muchos grupos religiosos, como los mormones y los shakers, buscaron establecer sus propias comunidades donde pudieran practicar su fe libremente. Los territorios occidentales ofrecían una sensación de libertad y autonomía que atraía a muchos grupos religiosos.
Destino manifiesto: El concepto de destino manifiesto, que sostenía que Estados Unidos estaba destinado a expandir su territorio por todo el continente norteamericano, también contribuyó a alentar a los colonos a ir más al oeste. Mucha gente creía que era su deber colonizar y desarrollar las tierras occidentales y veían la expansión hacia el oeste como una forma de cumplir su destino.
Aventura: Para algunos colonos, el atractivo de lo desconocido y el deseo de aventuras fueron factores clave en su decisión de ir más al oeste. Los territorios occidentales estaban en gran parte inexplorados y ofrecían la oportunidad de emoción, exploración y nuevas experiencias.