Reacciones del Sur al Partido Republicano
Los sureños eran en general hostiles al Partido Republicano porque lo veían como una amenaza a su forma de vida. Temían que los republicanos buscaran abolir la esclavitud y socavar la economía del Sur. Además, a muchos sureños les molestaban los ataques del Partido Republicano a la institución de la esclavitud, que consideraban una práctica legítima y moralmente aceptable.
La oposición del Partido Republicano a la esclavitud provocó un aumento de las tensiones entre el Norte y el Sur. En 1860, el candidato del Partido Republicano, Abraham Lincoln, fue elegido presidente. Su elección fue la gota que colmó el vaso para muchos sureños, que sentían que sus intereses ya no estaban representados en el gobierno federal. Como resultado, once estados del Sur se separaron de la Unión y formaron los Estados Confederados de América.
Reacciones del Norte al Partido Republicano
El Partido Republicano era en general popular en el Norte, donde había un fuerte apoyo a la abolición de la esclavitud. Los norteños veían al Partido Republicano como un defensor de sus valores y como un medio para poner fin a la institución de la esclavitud. El éxito del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 1860 fue una importante victoria para el movimiento contra la esclavitud y ayudó a allanar el camino para la emancipación de los esclavos durante la Guerra Civil.
El Partido Republicano siguió siendo una fuerza dominante en la política del Norte después de la Guerra Civil. El partido continuó apoyando políticas que promovían la igualdad de los afroamericanos y la expansión de los derechos civiles. Sin embargo, el Partido Republicano también enfrentó desafíos dentro de sus propias filas, ya que algunos miembros del partido se oponían a otorgar igualdad total a los afroamericanos. A pesar de estos desafíos, el Partido Republicano siguió siendo el partido político dominante en el Norte durante gran parte de finales del siglo XIX y principios del XX.