Castigo físico: Esto podría incluir palizas, azotes u otras formas de castigo corporal. La severidad del castigo podría variar según las circunstancias del intento de fuga y la discreción del dueño o supervisor del esclavo.
Restricciones adicionales: Los esclavos fugitivos que fueran capturados podrían enfrentar mayores restricciones en sus movimientos y actividades. Es posible que se les exija usar cadenas o grilletes, o que se les mantenga bajo estrecha vigilancia o confinamiento.
Extensión de la esclavitud: En algunos casos, un intento de fuga podría resultar en la extensión del período de esclavitud de la persona esclavizada como castigo adicional.
Venta o transferencia: Los esclavos que eran sorprendidos tratando de escapar podían ser vendidos a otro dueño de esclavos o transferidos a una plantación diferente, a menudo como una forma de castigo o para disuadir futuros intentos de escapar.
Consecuencias legales: En algunas jurisdicciones, podría haber repercusiones legales para las personas esclavizadas que intentaran escapar, como ser acusadas de un delito y enfrentar castigos adicionales por parte del sistema legal.
Linchamiento o violencia extrajudicial: En casos extremos, particularmente en la era de la esclavitud estadounidense, podrían haber incidentes de linchamientos u otras formas de violencia extrajudicial llevadas a cabo por dueños de esclavos o turbas contra personas esclavizadas que fueron sorprendidas tratando de escapar.
Es importante señalar que estas son sólo algunas de las posibles consecuencias, y que la naturaleza exacta de los castigos o reacciones varió según las diferentes sociedades y períodos históricos.