Lincoln apoyó a la Unión y se opuso a la secesión. Los estados del Sur creían que tenían derecho a separarse de la Unión y formar su país independiente. Lincoln, por otra parte, creía que la Unión era indivisible y que la secesión era ilegal.
Lincoln era visto como un norteño que no entendía ni simpatizaba con el Sur. Muchos sureños sintieron que Lincoln y el Partido Republicano eran hostiles a su región y su forma de vida.
La Proclamación de Emancipación. Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación en 1863, que declaraba que todas las personas esclavizadas en los estados confederados eran libres. Esta proclamación puso fin efectivamente a la esclavitud en los Estados Unidos y enfureció aún más al Sur, que la vio como un ataque a su forma de vida y una violación de los derechos de los estados.
En conclusión, la combinación de estos factores llevó a los estados del sur a odiar a Abraham Lincoln y contribuyó al estallido de la Guerra Civil estadounidense.