1. Liderazgo en la Revolución de Texas: Sam Houston jugó un papel fundamental en la Revolución de Texas, llevando al ejército de Texas a la victoria contra las fuerzas mexicanas en la Batalla de San Jacinto en 1836. Esta victoria aseguró la independencia de Texas de México.
2. Presidente de la República de Texas: Después de la Revolución de Texas, Houston fue el primer presidente de la República de Texas de 1836 a 1838 y luego nuevamente de 1841 a 1844. Durante sus presidencias, se centró en establecer la estabilidad y legitimidad de la nación recién independizada.
3. Anexión de Texas a los Estados Unidos: Houston jugó un papel importante en la negociación de la anexión de Texas a los Estados Unidos en 1845. Como presidente de Texas, trabajó para asegurar el apoyo a la anexión y abogó por que Texas se uniera a la Unión como estado.
4. Senador de los Estados Unidos: Tras la anexión de Texas, Houston se desempeñó como senador por Texas en el Senado de los Estados Unidos de 1846 a 1859. Como senador, apoyó los derechos de los estados, defendió la esclavitud y abogó por los intereses de Texas y el Sur.
5. Reputación como estadista: Sam Houston es ampliamente reconocido como un estadista que jugó un papel crucial en la configuración de la historia de Texas y su relación con los Estados Unidos. Su liderazgo, destreza militar y perspicacia política han cimentado su lugar en la historia de Estados Unidos.
6. Ícono cultural: Houston también es recordada como un símbolo de la identidad y el orgullo de Texas. Su personalidad descomunal, su apariencia distintiva y su conexión con el pasado revolucionario de Texas lo han convertido en un ícono cultural perdurable y una fuente de inspiración para las generaciones futuras.