La esclavitud moderna se puede encontrar en diversas industrias y entornos, como la agricultura, la pesca, la minería, la construcción, la manufactura y el trabajo doméstico. También puede ocurrir en forma de trata de personas, donde las personas son sometidas a trabajos forzados o explotación sexual.
Algunos de los principales factores que contribuyen a la esclavitud moderna incluyen la pobreza, la falta de educación, la discriminación y la inestabilidad política. Las personas pobres y vulnerables suelen correr mayor riesgo de ser explotadas y atrapadas en la esclavitud.
Muchos gobiernos y organizaciones están trabajando para combatir la esclavitud moderna a través de diversas iniciativas y políticas. Estos esfuerzos incluyen crear conciencia, mejorar la aplicación de la ley, brindar apoyo a las víctimas y abordar las causas fundamentales de la esclavitud. Sin embargo, sigue siendo un desafío global importante y se necesitan esfuerzos continuos para erradicarlo por completo.