- El crecimiento de la industrialización y la urbanización a finales del siglo XIX y principios del XX, que provocaron una mayor desigualdad social y económica, malas condiciones laborales, el aumento de monopolios y fideicomisos y corrupción en la política.
- El surgimiento de una clase media más educada e informada, cada vez más preocupada por las cuestiones sociales y el declive de los valores e instituciones tradicionales.
- El surgimiento de periodistas, escritores y activistas sociales reformistas, conocidos como "muckrakers", que expusieron los problemas e injusticias de la época a través de sus publicaciones.
- La creciente influencia de las mujeres en la sociedad, que abogaban por mayores derechos y oportunidades, incluido el derecho al voto.
- La creciente popularidad de la investigación en ciencias sociales y el desarrollo de nuevas ideas sobre reforma social.
- La influencia de líderes religiosos y morales que promovieron la justicia social y la idea de un "evangelio social".
El Movimiento Progresista tenía como objetivo abordar estos problemas y promover el progreso social, la justicia económica y la reforma política. Abogó por la regulación gubernamental de la industria, los derechos de los trabajadores, el sufragio femenino, la protección del consumidor y otras medidas para mejorar la sociedad y crear un sistema más justo y equitativo.