Muchos mexicanos de los territorios recién adquiridos ya participaban en campañas y expediciones militares, como la Guerra Hispano-Estadounidense y la Guerra Filipino-Estadounidense. Sin embargo, no fue hasta la Primera Guerra Mundial que un número significativo de mexicanos se unieron activamente al ejército estadounidense. Durante este conflicto, el gobierno de Estados Unidos se centró en reclutar mexicoamericanos y alentar su alistamiento. El gobierno mexicano, aunque permaneció oficialmente neutral, también apoyó a los nacionales mexicanos que prestaban servicio en el ejército estadounidense.