La prohibición de la producción, el transporte y la venta de alcohol dio lugar a un próspero mercado negro de alcohol. Esto, a su vez, dio lugar a poderosas organizaciones criminales que se dedicaban al contrabando, bares clandestinos y otras actividades ilegales. Figuras notorias como Al Capone se convirtieron en símbolos de la época, y los grupos del crimen organizado acumularon enormes riquezas e influencia durante este período.