La esclavitud era vista como una forma de controlar y mantener la jerarquía social. Al negar a los afroamericanos la ciudadanía, la propiedad de la tierra y los derechos civiles, los blancos pudieron mantener un orden social y económico en el que tenían el mayor poder.
Muchos sureños creían que la esclavitud estaba moralmente justificada. Argumentaban que los afroamericanos eran inferiores a los blancos y que la esclavitud era necesaria para mantenerlos en el lugar que les correspondía. La institución de la esclavitud también fue apoyada por la iglesia y otras instituciones culturales.
Si bien estas son algunas de las razones por las que la gente quería esclavos en el sur, es importante recordar que la esclavitud era una institución compleja respaldada por una variedad de factores. El deseo de lucro económico, la necesidad de control social y la creencia en la inferioridad racial desempeñaron un papel en la perpetuación de la esclavitud en el sur.