Las bajas laborales, por incapacidad temporal, le cuestan al Estado unos 7.000 millones de euros al año, si a esto le sumamos que muchas empresas están contratando detectives privados para desenmascarar casos de fraude, está claro que es un tema muy delicado y costoso. ¿Cómo lo hacían en el antiguo Egipto?
Nos centraremos, por su control y detalle, en los trabajadores de las pirámides. En primer lugar me gustaría aclarar que los últimos descubrimientos han dejado claro que no eran esclavos sino que estaban bien alimentados, organizados y, además, completamente libres. Estaban organizados por grupos de unos 40 a 60 trabajadores que podían aumentar en momentos puntuales por «necesidades del servicio «, cada uno dirigido por un capataz y supervisando el trabajo un escriba . Además de supervisar, también tenía tareas administrativas ya que debía llevar "los papiros contables «. Se registró el avance de la obra, el material que se necesitaba y el que se estaba utilizando... y las ausencias de los trabajadores con sus correspondientes motivos .
Entre las causas que podríamos llamar justificadas estaban:
Embalsamar a un ser querido.
Picaduras de escorpión.
Elaborar cerveza para una celebración.
Embriaguez.
Ser golpeado por su esposa en una discusión matrimonial…
Y aunque nos parezca sorprendente, tenía más días de descanso que nosotros… los españoles:coronación o muerte de un faraón, sus correspondientes aniversarios, celebraciones religiosas, crecidas del Nilo, los epagomenos (los cinco días añadidos al ciclo de 360 días para completar el año solar egipcio de 365 días)… e incluso desde la época de Ramsés III (1198 a 1166 a.C.) es el primer registro de acción sindical masiva… una huelga . Según el papiro conservado en el Museo Egipcio de Turín Las huelgas surgieron por el retraso en las raciones de alimentos que formaban parte de los salarios de los trabajadores.
Los trabajadores no habían recibido sustento durante más de veinte días porque el gobernador de Tebas oriental y sus seguidores habían interceptado el envío. Cuatro meses después, el conflicto se reavivó. La entrega de alimentos se había vuelto a retrasar, esta vez dieciocho días, y los trabajadores se vieron obligados a reclamar lo que les correspondía, pero recibieron cantidades insuficientes. Por este motivo interrumpieron los trabajos y se dirigieron al templo de Tutmosis III en Medinet Habu, donde presentaron sus quejas, exigiendo que se informara al propio faraón y proclamando:
(...) Hemos venido a este lugar por hambre y sed, por falta de ropa, de pescado, de verduras. Escríbelo al Faraón, nuestro buen señor, y escríbelo al Visir, nuestro superior. ¡Hazlo para que podamos vivir!”
Fuentes:Osirisnet, Libcom, The graffiti of faraonic Egypt – Alexander J. Peden, Pharaoh’s People:Scenes from Life in Imperial Egypt – T.G.H. James, Aprendiendo del pasado – José Manuel Pina