Este post se debe a la colaboración de Norma Gabaldón Baldisa .
Una de las principales características de Malta es la influencia y los vestigios culturales, arquitectónicos y sociales que dejó la Orden de San Juan dejado en la Isla en sus más de 250 años de presencia.
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como Orden de Malta, fundada en el siglo XI, fue la primera orden militar. Los caballeros debían acreditar su linaje noble (regla ancestral vigente hasta 1990) y estaban distribuidos en capítulos nacionales llamados lenguas, cuyo jefe supremo era el Gran Maestre. Tras la caída de Jerusalén a finales del siglo XIII, los caballeros construyeron una fortaleza en la isla de Rodas. Aunque el Gran Maestre Pierre d'™Aubusson salió victorioso en el asedio otomano de Rodas en 1480, los turcos expulsaron a los caballeros en 1522.
A cambio del tributo anual de un halcón maltés vivo, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V ofreció a estos caballeros las islas maltesas, instalándose en Malta en 1530. Lucharon contra los turcos durante el Gran Asedio de 1565, construyeron la ciudad amurallada de La Valeta (llamada así por Gran Maestre Jean Parissot de la Vallette) y erigió bastiones en las islas.
Pero durante los siglos XII y XIII, a medida que la amenaza otomana disminuyó, la Orden cayó en declive. Cuando la orden desembarcó en la costa maltesa en 1798, los caballeros se sometieron a los franceses sin resistencia. Fueron desterrados de Malta, pero la orden se negó a disolverse. Aunque siguen siendo apátridas, los Caballeros mantienen su trabajo caritativo y religioso en todo el mundo.
El símbolo de la Orden de Malta es la cruz de ocho puntas, tan característica y presente en todo el país. Al parecer los ocho puntos simbolizan las ocho bienaventuranzas y las ocho lenguas de la Orden. Los cuatro brazos de la cruz representarían las cuatro virtudes cardinales:fuerza, justicia, templanza y perseverancia. Aunque la cruz se asocia tradicionalmente con la fundación de la Orden en el siglo XI, este icono no se generalizó hasta mediados del siglo XVI.
A lo largo de todo el archipiélago existen edificios, monumentos y calles que recuerdan aquella época gloriosa de Malta y que actualmente se utilizan como oficinas de organismos oficiales o museos.
Un claro ejemplo es el Palacio del Gran Maestre de La Valeta. Construido entre 1573 y 1578 por Gerolamo Cassar, es un elegante palacio que hoy es sede de la presidencia y del Parlamento maltés, pero durante más de 200 años fue residencia del gran maestre, jefe supremo de los caballeros de la Orden de San Juan.
Otro edificio construido por el mismo arquitecto que el Palacio del Gran Maestre es la Concatedral de Malta, que comparte honor e importancia con la Catedral de San Pablo en la ciudad de Mdina. Detrás de la austeridad de sus muros exteriores se esconde una verdadera obra maestra del arte barroco, con frescos de Matia Preti, pinturas de Caravaggio y frescos de Rubens.
Viajar a Malta es como un salto en la historia y sobre todo pasear por La Valeta cuyas calles empedradas al atardecer invitan a imaginarse siendo una dama o un caballero medieval.
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