Los orígenes del Condado de Castilla se remontan a una división administrativa del reino asturleonés surgido en el siglo VIII tras la conquista árabe de la Península. El condado estuvo originalmente situado en la zona de Bardulia (al norte de la provincia de Burgos), llamada así por la tribu de los bardules que la habitaban; El primer conde castellano fue nombrado allá por el año 860 por el rey Ordoño II y se llamaba Rodrigo.
El condado fue adquiriendo cierta independencia del reino leonés a partir de los vaivenes políticos y militares de la región. La figura del que se considera el primer conde independiente de Castilla, Fernán González, se sitúa entre la historia y la leyenda. Narra que, cuando el rey Sancho I de León se enamoró de un azor y un caballo propiedad del conde castellano, se los cedió a cambio de la promesa del monarca de pagar posteriormente un pequeño precio que iría aumentando cada día que pasaba. Cuando, años más tarde, el rey accedió, llegó el momento de realizar el pago, la deuda era tan enorme que al rey no le quedó más remedio que ceder el condado a Fernán. El inicio de su reinado se sitúa hacia el año 930 y fallece en el 970.
Más allá de esta legendaria historia, y aunque no es el objetivo principal de esta entrada, baste decir que la paulatina independencia del cada vez más fuerte condado castellano se basó en las divisiones y Las dificultades dinásticas y militares del reino leonés y el cambiante conjunto de alianzas entre los dominios peninsulares, tanto cristianos como musulmanes. No fue tanto que Fernán González fuera el primer conde independiente de Castilla como que logró unificar distintos territorios como parte de Castilla y establecer el condado castellano como fuerza decisiva en la fijación de las políticas del reino leonés, logrando situar a su hijo -político Ordoño IV en el trono leonés. Además, gracias a esta posición predominante pudo finalmente dar el paso de vincular la sucesión del condado castellano a su propio linaje y no al nombramiento decidido por el monarca leonés de turno.
Así, a Fernán González le sucedió su hijo García Fernández, el de este Sancho García y el de este último, el protagonista de nuestro cuento García Sánchez (costumbre de que los niños no heredaría el apellido de su padre, sino que tomaría su propio nombre como apellido).
Los datos históricos que nos han llegado sobre la figura de García Sánchez no son muchos. Cuando su padre murió en 1017, el nuevo conde era menor de edad (unos siete años), por lo que el condado quedó bajo la regencia de su tía Urraca y de un consejo de notables. Alfonso V reinó en León y Sancho III en Pamplona, casado con la hermana del nuevo conde castellano, llamada Munia (o Mayor).
El condado castellano, aunque poderoso y extenso, no estuvo exento de conflictos territoriales con sus reinos vecinos, tanto al oeste (León) como al este (Pamplona) y no A su estabilidad contribuye la minoría de edad del nuevo conde. Al acercarse Sancho a la mayoría de edad, se hizo necesario buscarle esposa y la candidata natural fue la princesa leonesa Sancha, hija de Alfonso V. Ella aportaría como dote las tierras situadas entre el Cea y el Pisuerga, así poniendo fin para ellos al conflicto entre Castilla y León.
El matrimonio iba a hacerse efectivo en 1028 cuando García cumplió la mayoría de edad, pero en ese año ocurrieron varios hechos que hicieron que nunca surtiera efecto. En primer lugar, el rey leonés Alfonso V murió en el asedio de Viseo, por lo que el trono pasó a su hijo Bermudo III, que, como antes el conde castellano, era menor de edad. Pese a ello, se decidió seguir adelante con el enlace, por lo que el conde partió de Burgos a León en una comitiva en la que incluía a su cuñado, Sancho III de Pamplona.
Pero cuando el novio ya se encontraba en León preparándose para el compromiso, falleció en circunstancias misteriosas. La primera fuente que menciona la hipótesis del asesinato es la Crónica Najerense, de la segunda mitad del siglo XII (es decir, más de cien años después de la muerte del conde). Posteriormente, otras fuentes hablan del asesinato de García Sánchez y señalan a la familia alavés Vela como responsables del mismo. La canción de gesta romanz del Infante García y los Vela apuntaló esta tesis e influyó en que García Sánchez fuera vengado por su cuñado Sancho III de Pamplona, quien asedió a los Vela en su castillo y los mató. /P>
Posteriormente, otros autores, señalando el conocido principio según el cual para conocer al autor de un delito hay que preguntar quién se aprovecha de él, optar por considerando que detrás se podía encontrar la muerte de García Sancho III de Pamplona. Es cierto que la muerte del conde castellano supuso que el rey de Pamplona, a través de su esposa Munia (hermana de García), se hiciera con el control del condado castellano, pero no hay constancia histórica alguna de que García Sánchez fuera asesinado o, si así, de la implicación del navarro en la muerte de su cuñado.
Cualquiera que sea la causa de la muerte de García Sánchez y quién fue responsable de ello, lo cierto es que su muerte puso fin al linaje de Fernán González como condes de Castilla. El hijo de Sancho III de Pamplona Fernando, pasaría a la historia como Fernando I el Magno y acabaría repartiendo el reino entre sus hijos Sancho (al que entregó Castilla) y Alfonso (al que entregó León), al que se conoce como Alfonso. VI y que Toledo recuperó en 1085... pero esa es otra historia.
Nueva Bardulia
Condado de Castilla