El Tratado de Versalles tuvo una serie de consecuencias negativas para Europa. Primero, creó una sensación de resentimiento en Alemania que eventualmente conduciría al ascenso de Adolf Hitler y el Partido Nazi. En segundo lugar, dejó a Alemania en un estado debilitado, haciéndola vulnerable a ataques de otros países. En tercer lugar, contribuyó a la Gran Depresión, que causó dificultades económicas generalizadas en Europa y Estados Unidos.
Sin embargo, el Tratado de Versalles también tuvo algunas consecuencias positivas para Europa. En primer lugar, ayudó a impedir que Alemania iniciara otra guerra. En segundo lugar, creó la Sociedad de Naciones, que era una organización internacional que se suponía debía promover la paz. En tercer lugar, condujo a la creación de nuevos países en Europa, como Polonia y Checoslovaquia.
En conclusión, el Tratado de Versalles tuvo consecuencias tanto positivas como negativas para Europa. Su duro trato hacia Alemania contribuyó al estallido de la Segunda Guerra Mundial, pero también ayudó a crear una Europa más pacífica en el corto plazo.