1. La Gran Hambruna (1845-1852):Esta devastadora hambruna, causada principalmente por un hongo que destruyó la cosecha de papa, que era un alimento básico para los irlandeses. La respuesta británica fue en gran medida inadecuada y provocó hambre y enfermedades generalizadas. Se estima que un millón de personas murieron durante la hambruna y más de dos millones se vieron obligadas a emigrar para escapar del hambre.
2. Desalojos y políticas territoriales:Durante este período, Irlanda era predominantemente una sociedad rural que dependía de la agricultura. Sin embargo, los terratenientes británicos a menudo desalojaban a los agricultores arrendatarios para despejar tierras para empresas más rentables como pastos o cultivos comerciales. Las duras leyes agrarias permitieron a los propietarios aumentar los alquileres a voluntad, dejando a los inquilinos vulnerables a la explotación. Los desalojos masivos provocaron importantes desplazamientos, pobreza y malestar social entre la población irlandesa.
3. Leyes penales:Las leyes penales, promulgadas durante los siglos XVII y XVIII, discriminaban a los católicos, que constituían la gran mayoría de la población irlandesa. Estas leyes impusieron restricciones a las prácticas religiosas católicas, la educación, la propiedad y los derechos legales. Las Leyes Penales crearon un profundo sentimiento de injusticia y marginación entre los católicos irlandeses.
4. Represión política:Las políticas del gobierno británico a menudo sofocaron la expresión política y la representación de los intereses irlandeses. Los irlandeses fueron en gran medida excluidos del poder político, se les negó el derecho a establecer su propio parlamento y se los sometió a medidas represivas que intentaban suprimir los movimientos nacionalistas y la disidencia.
5. Opresión cultural y lingüística:Se impuso el idioma inglés en Irlanda y se hicieron esfuerzos para suprimir el uso del idioma irlandés y las tradiciones culturales gaélicas. Esto provocó la erosión del patrimonio y la identidad culturales irlandeses.
Estos factores contribuyeron colectivamente a las importantes dificultades sociales, económicas y políticas que enfrentó el pueblo irlandés durante el siglo XIX, dejando un impacto duradero en la sociedad irlandesa y contribuyendo al surgimiento del nacionalismo irlandés y de los movimientos que buscaban la autodeterminación.