En el siglo XVI, el ejército se usaba principalmente para:
- Defender un país de una invasión.
- Conquistar nuevo territorio
- Proteger las rutas comerciales
- Reprimir las rebeliones.
Hoy en día, el ejército se utiliza para una gama más amplia de propósitos, que incluyen:
- Mantenimiento de la paz
- Asistencia humanitaria
- Ayuda en casos de desastre
- Contraterrorismo
- Promoción de la democracia
- Proteger los derechos humanos
El ejército moderno es una institución más compleja y multifacética que en el siglo XVI. También responde mejor a las necesidades de las personas a las que sirve.