El crecimiento de la televisión y su impacto en la sociedad estadounidense fue rápido. En 1950, más de la mitad de los hogares estadounidenses tenían televisor. La gente tenía acceso a una gama más amplia de opiniones, ideas y personalidades. Estos nuevos medios ayudaron a promover la idea de que Estados Unidos era el líder del "mundo libre" y tenía la mejor oportunidad de difundir sus valores en todo el mundo.