El candidato que gana el voto popular en cada estado normalmente gana todos los votos electorales de ese estado. Sin embargo, ha habido algunos casos en los que el ganador del voto popular no ganó el Colegio Electoral y, por lo tanto, no llegó a ser presidente. Esto ocurrió cuando el candidato ganador obtuvo un estrecho margen de voto popular en varios estados clave, pero perdió los votos electorales de esos estados.
El sistema del Colegio Electoral se creó a finales del siglo XVIII como un compromiso entre quienes querían que el presidente fuera elegido por el voto popular y quienes querían que el presidente fuera elegido por el Congreso. El Colegio Electoral fue diseñado para garantizar que el presidente fuera elegido por una amplia coalición de estados, en lugar de por un pequeño número de estados grandes.
Algunos han criticado al Colegio Electoral por ser antidemocrático, ya que es posible que un candidato gane la presidencia sin ganar el voto popular. Sin embargo, el Colegio Electoral también ha sido elogiado por su papel a la hora de garantizar la estabilidad del sistema político estadounidense.