1) El Plan Schlieffen era demasiado complejo y dependía demasiado de la velocidad y precisión del ejército alemán. El ejército alemán no pudo moverse tan rápido como se esperaba y los franceses pudieron frenar significativamente su avance.
2) El ejército francés era más fuerte de lo previsto y pudo montar una fuerte defensa. Los franceses pudieron resistir el ataque alemán e incluso lanzar contraataques exitosos.
3) La Fuerza Expedicionaria Británica (BEF) llegó a Francia antes de lo esperado y desempeñó un papel importante en la Batalla del Marne. La BEF ayudó a apuntalar las líneas francesas e impedir un avance alemán.
4) El ejército ruso lanzó una ofensiva en Prusia Oriental, lo que obligó a Alemania a desviar parte de sus tropas del Frente Occidental. Esto debilitó la ofensiva alemana contra Francia.
5) Las líneas de suministro alemanas estaban al límite y el ejército alemán no pudo satisfacer la demanda de alimentos, municiones y otros suministros. Esto hizo que la moral se resintiera y dificultara que los alemanes continuaran su ofensiva.
Como resultado de estos factores, el plan alemán para sacar a Francia de la guerra fracasó y la guerra llegó a un punto muerto en el frente occidental que duraría varios años.