Antes de la Primera Guerra Mundial, Rusia formaba parte de la Triple Entente, una alianza con Francia y Gran Bretaña. Como uno de los principales beligerantes de la guerra, Rusia jugó un papel importante en el frente oriental, donde luchó contra los ejércitos alemán y austrohúngaro.
Sin embargo, en febrero de 1917 estalló la Revolución Rusa, que provocó el derrocamiento de la dinastía Romanov y el establecimiento de un gobierno provisional. El gobierno provisional continuó la participación de Rusia en la guerra, pero su autoridad era débil y el país estaba plagado de inestabilidad política y colapso económico.
En noviembre de 1917, el Partido Bolchevique, dirigido por Vladimir Lenin, tomó el poder en una segunda revolución. Los bolcheviques intentaron poner fin a la participación de Rusia en la guerra y prosiguieron negociaciones de paz con Alemania. En marzo de 1918, el gobierno bolchevique firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, retirando formalmente a Rusia de la guerra y cediendo vastos territorios a Alemania a cambio de la paz.
A pesar de la retirada de Rusia de la guerra, todavía tenía interés en la conferencia de paz, ya que buscaba proteger sus intereses territoriales y asegurar su voz en el acuerdo de posguerra. El gobierno bolchevique envió una delegación a la conferencia de paz, encabezada por León Trotsky, el Comisario de Asuntos Exteriores.
Sin embargo, las potencias aliadas se mostraron reacias a reconocer al gobierno bolchevique como representante legítimo de Rusia. Insistieron en que el gobierno ruso prerrevolucionario, o un gobierno sucesor no bolchevique, debería participar en la conferencia. Como resultado, a la delegación bolchevique no se le permitió firmar el Tratado de Versalles, el principal tratado de paz que puso fin a la guerra.
La Conferencia de Paz de París y el Tratado de Versalles estuvieron impulsados en gran medida por los intereses y perspectivas de las Potencias Aliadas victoriosas. La ausencia de Rusia de los principales procesos de toma de decisiones tuvo un impacto significativo en el orden de posguerra y contribuyó a las tensas relaciones del país con los aliados occidentales en los años siguientes.