Uno de los efectos más significativos del intercambio colombiano fue la introducción de nuevos cultivos en Europa. Estos cultivos, como el maíz, las patatas, los tomates y los frijoles, rápidamente se convirtieron en alimentos básicos en muchas partes del mundo. También ayudaron a mejorar los rendimientos agrícolas, lo que condujo al crecimiento de la población. Además, la introducción de nuevo ganado, como caballos y vacas, también tuvo un impacto importante en la agricultura y el transporte europeos.
El intercambio colombiano también provocó la propagación de nuevas enfermedades. La viruela, el sarampión y el tifus se encontraban entre las enfermedades que diezmaron a las poblaciones indígenas de América. Además, la introducción de la malaria en Europa tuvo un impacto devastador en la población, particularmente en las regiones del sur y del este del continente.
El intercambio colombiano también propició el intercambio de tecnologías entre los tres continentes. Los europeos introdujeron nuevas tecnologías en América, como la imprenta, la pólvora y la brújula. A su vez, los pueblos indígenas de América introdujeron a los europeos en nuevas tecnologías, como la hamaca, la canoa y la pelota de goma.
El intercambio colombiano tuvo un impacto profundo y duradero en el mundo. Cambió el curso de la historia humana al alterar las dietas, las enfermedades y las tecnologías de los tres continentes. También condujo al surgimiento del colonialismo europeo y al eventual dominio de la cultura europea en el mundo.