Según el emperador Menelik II de Etiopía, que reinó de 1889 a 1913, las potencias europeas tenían planes e intenciones específicos con respecto a África a finales del siglo XIX. Menelik expresó sus puntos de vista sobre las ambiciones europeas basándose en sus observaciones e interacciones con las potencias coloniales europeas durante su época. Algunos puntos clave sobre su perspectiva sobre los planes europeos incluyen:
1. Colonización y Expansión:
Menelik creía que los países europeos pretendían colonizar y controlar la mayor cantidad de territorio africano posible. Consideró que sus acciones estaban motivadas por la codicia y el deseo de dominar los recursos y tierras africanos.
2. Explotación de recursos:
Menelik reconoció que los europeos estaban interesados principalmente en los ricos recursos naturales de África, incluidos minerales, productos agrícolas y otros productos valiosos. Creía que su intención era explotar estos recursos para su propio beneficio económico, a menudo a expensas de las sociedades africanas.
3. Influencia política:
Además de las actividades económicas, Menelik percibía que las naciones europeas buscaban influencia política y poder en África. Su objetivo era establecer y mantener el control sobre los territorios africanos, ampliar su alcance imperial y afirmar su dominio político.
4. Difundiendo el cristianismo:
Menelik también destacó el aspecto religioso de las ambiciones europeas. Las actividades misioneras cristianas a menudo acompañaron los esfuerzos coloniales, mientras las potencias europeas buscaban difundir sus creencias religiosas y establecer su influencia religiosa en África.
5. Desprecio por la soberanía africana:
Menelik expresó su preocupación por el desprecio por la soberanía e independencia africanas mostrado por las potencias europeas. En su opinión, las naciones europeas no respetaron la autonomía y la agencia de las sociedades africanas, tratándolas como meros peones en sus planes de expansión imperial.
6. Rivalidad imperial:
Menelik reconoció las rivalidades entre las potencias europeas mientras competían por el control de los territorios africanos. Entendió que estas rivalidades podrían plantear peligros e inestabilidad para las naciones africanas atrapadas en medio de luchas de poder.
7. Resistencia etíope:
A la luz de estos planes europeos percibidos, Menelik enfatizó la importancia de la resistencia etíope contra las invasiones coloniales. Creía que la soberanía y la independencia de Etiopía debían mantenerse a toda costa, lo que le llevó a su famosa victoria en la batalla de Adwa en 1896 contra las fuerzas italianas.
En general, la perspectiva de Menelik II sobre los planes europeos reflejaba sus preocupaciones sobre las intenciones explotadoras, dominantes e irrespetuosas de las potencias europeas hacia África. Sus ideas ofrecen un punto de vista histórico sobre las motivaciones y comportamientos de las potencias coloniales a finales del siglo XIX, destacando las luchas que enfrentaron las naciones africanas para afirmar su propia soberanía e independencia.