2. Acceso al capital: El sistema financiero británico estaba bien desarrollado, con instituciones bancarias y un mercado de valores que proporcionaba inversión para empresas industriales.
3. Innovación tecnológica: Gran Bretaña fue el hogar de muchos inventores talentosos, entre ellos James Watt, que mejoró la máquina de vapor, y Richard Arkwright, que inventó el sistema hidráulico para hilar algodón.
4. Próspera industria textil: La industria textil británica ya estaba bien establecida antes de la Revolución Industrial, lo que proporcionaba un mercado preparado para las nuevas tecnologías.
5. Posesiones coloniales: Las colonias británicas proporcionaron un mercado cautivo para sus productos manufacturados y una fuente de materias primas.
6. Movimiento del recinto: El movimiento de cercamiento en Gran Bretaña consolidó las pequeñas propiedades en grandes granjas, liberando mano de obra y capital para el trabajo industrial.
7. Disponibilidad de mano de obra calificada: Gran Bretaña contaba con una gran reserva de artesanos cualificados que podían adaptarse a las nuevas tecnologías industriales.
8. Políticas de libre comercio: La adopción británica del libre comercio permitió la importación de materias primas y la exportación de productos manufacturados.