Las reparaciones fueron determinadas por el Tratado de Versalles, firmado por Alemania en 1919. El tratado exigía que Alemania pagara 132 mil millones de marcos oro (aproximadamente 33 mil millones de dólares) durante un período de 30 años. Esta cantidad representaba alrededor del 10% del ingreso nacional de Alemania antes de la guerra.
Los pagos de reparaciones fueron una pesada carga para la economía alemana y contribuyeron a los problemas económicos del país en la década de 1920. El Plan Dawes de 1924 y el Plan Young de 1929 fueron intentos de reducir la carga de las reparaciones, pero finalmente no tuvieron éxito.
En 1932, Alemania incumplió el pago de sus reparaciones y las potencias aliadas tomaron el control de las aduanas alemanas y otros activos económicos. Esto dañó aún más la economía alemana y contribuyó al ascenso de Adolf Hitler y el Partido Nazi.
Los pagos de reparaciones finalmente terminaron en 1933, después de que Hitler se convirtiera en Canciller de Alemania. Hitler repudió el Tratado de Versalles y la obligación de Alemania de pagar reparaciones.