1. Sedas y Textiles: China era famosa por su compleja producción de seda. Polo describió las lujosas telas de seda, incluidos el damasco y el terciopelo, que eran muy buscadas en Europa y más allá.
2. Porcelana y Cerámica: Los artículos de porcelana y cerámica china eran muy codiciados por su exquisita artesanía. Polo maravilló su durabilidad y belleza, destacando la calidad superior de la porcelana china.
3. Metales preciosos y gemas: China poseía importantes recursos de oro, plata y piedras preciosas. Polo mencionó haber encontrado extensas minas de oro y plata, así como rubíes, esmeraldas y perlas.
4. Especias: En China prevalecían diversas especias, como canela, clavo, nuez moscada y jengibre. Estas especias eran parte integral de la cocina oriental y el comercio internacional.
5. Papel moneda: China había adoptado el papel moneda como forma de moneda, lo que fascinó a Polo, ya que era una novedad en Europa en ese momento. Detalló cómo se elaboraba el papel moneda a partir de la corteza de las moreras.
6. Pólvora: Polo fue testigo del uso de pólvora en China con fines militares, como cohetes, armas de fuego y cañones. Esta avanzada tecnología sorprendió a los lectores europeos.
7. Té: Aunque el consumo de té ya estaba muy extendido en China, era relativamente desconocido en Europa. Polo mencionó brevemente la popularidad del té pero proporcionó información limitada.
8. Carbón: Polo destacó el abundante uso de carbón como combustible en China, particularmente en regiones con recursos limitados de madera.
9. Impresión: Se refirió a la práctica generalizada de la imprenta en China, específicamente la impresión de papel moneda y libros. Esta tecnología no se implementó ampliamente en Europa hasta mucho más tarde.
10. Artefactos culturales: Polo también describió varios artefactos culturales y tradiciones que encontró, incluidas pinturas complejas, estatuas y la costumbre china de vendar los pies entre las mujeres.
Es importante señalar que los relatos de Marco Polo fueron en gran medida observacionales, centrándose en los bienes y prácticas que presenció en lugar de proporcionar análisis o explicaciones detalladas. Sus descripciones, sin embargo, estimularon la curiosidad y la imaginación, contribuyendo a la creciente fascinación por China y su rica cultura entre los europeos en los siglos siguientes.