1. Pistolas y Revólveres: Estos fueron cruciales para el combate cuerpo a cuerpo y la autodefensa. Algunas de las pistolas notables utilizadas por los combatientes judíos incluyeron la polaca Vis wz. 35 y las pistolas belgas FN Modelo 1910/22.
2. Rifles: Si bien la resistencia judía estaba mal equipada con rifles militares estándar, lograron obtener algunos rifles, como el polaco wz. 29 y el rifle soviético Mosin-Nagant.
3. Metralletas: Las metralletas eran esenciales para el combate de corto alcance, y los combatientes judíos empleaban varios tipos, incluidas las ametralladoras Sten Mk II polacas, las Sten Mk V británicas y las ametralladoras Sten de fabricación israelí.
4. Granadas caseras: La falta de recursos obligó a la resistencia a improvisar granadas llenando botellas o latas con explosivos, a menudo pólvora o gasolina, y colocando mechas hechas de pólvora u otros materiales inflamables.
5. Cócteles Molotov: Estos dispositivos incendiarios improvisados se utilizaron eficazmente contra vehículos blindados alemanes. Consistían en botellas de vidrio llenas de líquido inflamable, como queroseno o gasolina, con un trapo o tela a modo de mecha.
6. Cuchillos y Hachas: En combate cuerpo a cuerpo, los combatientes judíos también recurrían a cuchillos y hachas como armas de último recurso.
Es importante señalar que los combatientes judíos estaban muy superados en términos de armamento en comparación con las bien equipadas fuerzas alemanas. Sus armas a menudo estaban obsoletas, recuperadas o improvisadas, lo que hacía de su resistencia un acto de desafío aún más notable y heroico.