1. Invadir Rusia masivamente: Napoleón, con su vasto ejército conocido como Grande Armée, planeó una invasión masiva de Rusia. Su objetivo era entrar en territorio ruso, capturar Moscú y obligar al zar Alejandro I a firmar un tratado de paz que aseguraría su dominio sobre Europa.
2. Dividir y debilitar a Rusia: Napoleón sabía que el enorme tamaño de Rusia jugaría en su contra en una prolongada guerra de desgaste. Su estrategia era dividir y debilitar a Rusia ocupando rápidamente territorios estratégicos y ciudades importantes, incluida Moscú. Creía que esto desmoralizaría al ejército ruso y empujaría al zar a negociar.
3. Campaña rápida y decisiva: Napoleón planeó una campaña rápida y ultrarrápida. Quería tomar al ejército ruso con la guardia baja y evitar que se movilizara por completo. Esperaba lograr una victoria decisiva antes de que llegara el invierno, ya que el duro clima ruso planteaba un desafío importante para su ejército.
4. Presión psicológica: La invasión de Napoleón también pretendía ejercer presión psicológica sobre el zar Alejandro. Al capturar ciudades vitales y demostrar la fuerza de su ejército, Napoleón esperaba convencer a Alejandro de que aceptara sus términos en lugar de correr el riesgo de una mayor destrucción.
5. Explotar las debilidades rusas: Napoleón era consciente de que Rusia tenía debilidades internas, como problemas en la cadena de suministro y dificultades para transportar suministros a sus vastos ejércitos. Esperaba capitalizar estos desafíos y agotar los recursos rusos avanzando profundamente en territorio ruso.
6. Recursos de control: Napoleón buscó el control de los recursos cruciales de Rusia, incluidos alimentos y otras provisiones, para sostener a su ejército invasor e interrumpir la logística rusa.
Sin embargo, el plan de Napoleón tenía fallas críticas que finalmente llevaron a su derrota:
- Subestimar la resiliencia rusa: Napoleón subestimó la resistencia, el patriotismo y la voluntad del ejército ruso de seguir luchando incluso mientras se retiraba. Los rusos adoptaron una política de tierra arrasada, quemando cultivos, aldeas y recursos, privando al ejército francés de suministros vitales.
- Desafíos de suministro: Las grandes distancias, las inadecuadas líneas de suministro y el terreno impredecible de Rusia dificultaron a Napoleón el mantenimiento de su ejército. El duro clima invernal exacerbó aún más estos problemas y causó graves pérdidas al ejército francés debido a la congelación, el hambre y las enfermedades.
- Falta de Victoria Decisiva: Napoleón no logró una victoria decisiva en ninguna batalla importante, lo que permitió al ejército ruso retirarse estratégicamente y evitar la destrucción. La batalla de Borodino en septiembre de 1812 finalmente no fue concluyente y no logró romper la resistencia rusa.
- Retraso en la ocupación de Moscú: La entrada de Napoleón en Moscú se produjo mucho más tarde de lo previsto. Este retraso dio tiempo a los rusos para organizarse y prepararse para una contraofensiva. La ciudad en sí ofrecía poco valor, ya que los rusos habían evacuado los suministros y quemado gran parte de ella.
En resumen, el plan de Napoleón para derrotar a Rusia implicaba una campaña rápida y decisiva, pero se vio socavado por la resistencia rusa, los problemas de suministro, el duro clima invernal y la imposibilidad de lograr una victoria decisiva. Estos factores contribuyeron a su derrota final y a la desastrosa retirada de su ejército de Rusia en 1812.