1. Grandes reparaciones de guerra después de la Primera Guerra Mundial (Primera Guerra Mundial): El Tratado de Versalles, que Alemania firmó al final de la Primera Guerra Mundial, impuso duras compensaciones al país. Las reparaciones totales ascendieron a 132 mil millones de marcos oro (aproximadamente 33 mil millones de dólares en ese momento). Estas reparaciones excesivas impusieron una inmensa carga financiera a Alemania y contribuyeron significativamente a su inestabilidad económica.
2. Imprimir dinero para financiar la guerra y las reparaciones: Para cubrir los costos de la Primera Guerra Mundial y pagar las reparaciones, el gobierno alemán recurrió a una impresión excesiva de dinero, también conocida como gasto deficitario. Esto condujo a un rápido aumento de la oferta monetaria sin un aumento correspondiente en la producción de bienes y servicios, lo que provocó una grave inflación.
3. Depreciación del marco alemán (DEM): A medida que el gobierno alemán siguió imprimiendo dinero, la confianza en el DEM se erosionó, lo que provocó su rápida depreciación. El tipo de cambio entre el DEM y otras monedas estables, como el dólar estadounidense y la libra esterlina, se desplomó. Esto debilitó aún más la economía alemana y alimentó la hiperinflación.
4. Especulación y acaparamiento: La inestable situación económica y la disminución del valor del dinero provocaron una especulación y un acaparamiento generalizados. La gente empezó a comprar bienes y activos anticipándose a una inflación aún mayor, lo que generó demanda adicional y exacerbó aún más los aumentos de precios.
5. Pérdida de confianza internacional: A medida que el valor del DEM se desplomó, los inversores y prestamistas extranjeros perdieron confianza en la capacidad de Alemania para pagar sus deudas. Esto resultó en una disminución de la inversión extranjera y un aumento de la fuga de capitales, lo que ejerció aún más presión sobre la economía alemana.
Estos factores se combinaron para crear un círculo vicioso de inflación que se salió de control y condujo a la hiperinflación en Alemania en 1923. El período hiperinflacionario duró desde agosto de 1922 hasta noviembre de 1923 y tuvo efectos devastadores en la economía del país, provocando un importante malestar social y político.