1. La presión nazi y la salud de Hindenburg: Como Hindenburg, que era anciano y con una salud deteriorada, los nazis lo presionaron continuamente para que nombrara a Hitler canciller de Alemania. Hindenburg resistió esta presión, pero su mala salud lo hizo cada vez más vulnerable a sus demandas.
2. Ley de Habilitación: En marzo de 1933, los nazis lograron la aprobación de la Ley de Habilitación, que otorgó a Hitler y al gobierno nazi amplios poderes legislativos, neutralizando efectivamente la autoridad del Reichstag (Parlamento alemán). Este acto facilitó la consolidación del poder de los nazis y debilitó las instituciones democráticas en Alemania.
3. Control sobre los Medios y la Propaganda: El Partido Nazi mantuvo un férreo control sobre los medios de comunicación y utilizó la propaganda de forma eficaz para influir en la opinión pública. Retrataron a Hitler como un líder fuerte y decisivo que podría restaurar la grandeza de Alemania y apelar al sentido de nacionalismo del pueblo alemán.
4. Supresión de la oposición: Los nazis reprimieron activamente a los oponentes políticos, incluidos comunistas, socialistas y otros grupos antinazis, mediante intimidación, arrestos y violencia. Esta estrategia tenía como objetivo eliminar cualquier resistencia o disidencia contra el dominio nazi.
5. La noche de los cuchillos largos: El 30 de junio de 1934, los nazis orquestaron una purga conocida como la "Noche de los cuchillos largos". Durante este evento, Hitler ordenó el asesinato de destacados rivales y opositores políticos dentro del Partido Nazi, eliminando posibles amenazas a su poder.
6. Muerte del presidente Hindenburg: El 2 de agosto de 1934 falleció el presidente Paul von Hindenburg. Se cree ampliamente que el Partido Nazi, incluido Hitler, jugó un papel en acelerar la muerte de Hindenburg para despejar el camino para que Hitler asumiera el cargo de presidente y obtuviera el control total del estado.
Al utilizar propaganda, reprimir la oposición y manipular los acontecimientos políticos, el Partido Nazi pudo capitalizar la caída de Hindenburg para consolidar su poder, establecer un régimen totalitario y, finalmente, llevar a Alemania a la Segunda Guerra Mundial.