La tradición milenaria del árbol de Navidad encuentra su origen en el norte de Europa, especialmente entre los celtas. Asociado con el equinoccio de invierno, era un símbolo de vida y renacimiento del sol. Cada 24 de diciembre adquirimos la costumbre de adornarlo con frutas y espigas de trigo. En el siglo IV, la Iglesia cristiana fijó la celebración del nacimiento de Jesús en el mismo día para competir con esta fiesta pagana. Sin embargo, la tradición continuará y aún hoy, la Navidad no sería Navidad sin su tradicional árbol de Navidad, para alegría de grandes y pequeños.
El árbol de Navidad, un origen de 4000 años
Hace 4.000 años ya hablábamos de nuestro tradicional árbol de Navidad:los celtas asociaban un árbol a cada mes del año y el abeto era el asociado al mes de Diciembre. Un poco más tarde, en el siglo XI, los hombres lo adornaron con manzanas rojas para simbolizar el paraíso. Fue en el siglo XII cuando el árbol festivo apareció en Europa y especialmente en Alsacia. En 1521, por primera vez y en esta región, se le dio un nombre a este árbol:“el árbol de Navidad”. Para celebrar esta fiesta, se adornaba con manzanas, dulces, pequeñas tartas, cuidando de no olvidar colocar en la parte superior la estrella que simboliza Belén.
El árbol de Navidad se ilumina en el siglo XVIII
En el siglo XVIII, la gente empezó a iluminarlo llenando cáscaras de huevo con aceite en el que flotaban mechas encendidas. Marie Lecszinska, esposa de Luis XV, lo hizo instalar por primera vez en el Palacio de Versalles, cuando ya era muy común en Alsacia y Lorena. En 1837, la duquesa de Orleans (de origen alemán) hizo decorar un abeto en las Tullerías. Después de la guerra de 1870, la instalación del árbol para la época navideña se convirtió en una tradición "importada" por hombres del Este de Francia.
Y hoy en día, los municipios y las grandes ciudades compiten por instalar el árbol de Navidad más grande y bonito, en el centro de la ciudad más grande como Estrasburgo, por ejemplo. Estados Unidos también ha adoptado esta costumbre al igual que Nueva York. Es para aquellos que intentan conservar su árbol el mayor tiempo posible. Generalmente, la vida útil de un árbol talado es de 40 días. Pero los investigadores canadienses están haciendo que duren más... ¡hasta 75 días!
En la mayoría de los hogares, Papá Noel coloca juguetes para los niños buenos debajo del árbol...