La expresión nudo gordiano Se utiliza frecuentemente para referirse a un problema complejo y, en ocasiones, relacionado con él pero acompañado del verbo cortar, a una solución tan ingeniosa como drástica para solucionarlo. El origen de tan curioso término se remonta a uno de esos episodios emblemáticos que adornaban la biografía de Alejandro Magno y que se vinculaba a una leyenda clásica del rey frigio Gordias.
Hay que remontarse, por supuesto, a la Antigua Grecia. Concretamente en el siglo IV a.C., cuando el célebre héroe macedonio llegó a la ciudad de Gordio (o Gordium), capital del antiguo reino de Frigia (en la actual península turca de Anatolia) transformado en una satrapía homónima del Imperio persa tras su conquista en el año 547 a.C.
Fue un enclave importante desde el punto de vista estratégico, ya que estaba situado a orillas del río Sangario, controlando su vado, y además por allí pasaba un ramal del camino real que unía Sardes con Susa (se conservan restos de dicho camino). aún se conserva, aunque corresponde al que construyeron encima los romanos).

Se entiende, por tanto, que Alejandro incluyera a Gordio en su lista de objetivos. Lo tomó en el año 334 a.C. pero ese interés que tenía el lugar per se , le resultaba aún más atractivo porque allí se guardaba el famoso nudo gordiano, tan enredado que era imposible deshacer; como profetizaron los oráculos, quien lo lograra se convertiría en dueño de toda Asia. Era lógico, entonces, que el macedonio viera en ello una oportunidad propagandística de oro para sus ambiciones expansionistas.
Es imposible saber si el nudo en cuestión existió físicamente o fue simplemente un símbolo de la realeza local, una metáfora para justificar los cambios dinásticos que sufrió Gordio en aquellos tiempos convulsos.
De hecho, la tradición frigia era ajena al sistema monárquico y por eso, milenios después, se adoptaría el sombrero típico de esa región para tocar a Marianne, la figura femenina que representó a la República Francesa en la época revolucionaria y hasta hoy (aunque , al parecer los revolucionarios adoptaron el gorro frigio por error, ya que su idea original era el pileo, símbolo de la liberación de esclavos en Roma).

El caso es que los frigios no tuvieron rey hasta el siglo IX a.C. el mencionado Gordias fue proclamado como tal. Este, en realidad, no era sangre azul sino un simple campesino que entró en la ciudad conduciendo su carro de bueyes pero el oráculo de Telmiso (capital de la vecina Licia) había vaticinado que el primer hombre que apareciera en Gordio de esa manera debía ceñir la corona Gordias. Esto no le sorprendió demasiado porque, antes, un águila se había posado en su arado hasta desenganchar a los animales y los adivinos lo interpretaron en consecuencia. La ciudad fue fundada como tal con su nombre, que junto al de Midas era común en sus descendientes.
Fue precisamente su hijo Midas, el famoso presidente a quien el dios Dioniso, en agradecimiento por la hospitalidad mostrada a su compañero Sileno, le había concedido el poder de convertir en oro todo lo que tocara, quien originó la leyenda del nudo. Midas, cuya cronología es confusa porque la historia lo sitúa entre el 740 y el 696 a.C., por tanto algo posterior al capítulo mitológico, ofreció el carro de su padre a Sabacio, el dios telúrico frigio asimilado ora a Zeus ora a Dioniso. Lo ató al yugo con el que enjaezaba a los bueyes mediante una gruesa cuerda hecha de corteza de cornejo, con la que hizo varios nudos tan apretados e intrincados en la vara del carro que eran imposibles de deshacer.

El vehículo, con su correa, todavía estaba allí cuando Alejandro llegó cuatro siglos después dispuesto a soltarlo para cumplir la citada leyenda sobre la dominación de Asia. Hay varias fuentes que relatan el incidente:lo hace el griego Lucio Flavio Arriano en su obra Anábasis Alexandri (siglo II d.C.) mientras el romano Quintus Curtius Rufus comienza su Historiae Alexandri Magni Macedonis (siglo I d.C.) con esta anécdota, el también latino Marco Juniano Justino la reseña en Epitoma Historiarum Philippicarum Pompeii Trogi (Siglos II-III d.C.) y un tercer historiador romano, Claudio Eliano, lo cita en De Natura Animalium (siglo III d.C.). También aparece en la Vida de Alejandro. , correspondiente a las Vidas Paralelas del griego romanizado Plutarco, que se hace eco de una cita del fociano Aristóbulo de Casandra, uno de los funcionarios macedonios, cuyo texto sobre el asunto se ha perdido.
Estas fuentes tienen algunas diferencias entre ellas. Se dice que Alejandro primero intentó desatar el nudo pero no encontró extremos para tirar. Otros dicen que logró solucionar el problema separando el nudo del palo y logrando así látigos para tirar. Sin embargo, la versión que tuvo más sentido y ha trascendido fue la popular:el macedonio analizó la situación y finalmente, exclamó «¡Tanto vale cortar como desatar!» , lo cortó con un corte de espada.
La frase sería recogida en el siglo XV por Fernando el Católico , rey de Aragón, que lo incorporó a su escudo, seguramente por sugerencia del humanista Elio Antonio de Nebrija. Aparte de la cita, también adoptó, como elemento iconográfico, el yugo; al fin y al cabo, la Y era la inicial de Isabel, quien en correspondencia hacía lo mismo que la suya en su emblema con un haz de flechas (por la F de Fernando). El pueblo llano convertiría más tarde el Tanto monta en una frase reversible agregando “él cabalga tanto” e incluso se remataba con la rima «…Isabel como Fernando» .

En cuanto a si el nudo existía físicamente o no, dijimos que no hay manera de saberlo. Hay quienes creen que sí, que pudo tratarse de un objeto religioso simbólico de la monarquía frigia envuelto en su correspondiente aureola mitológica. Incluso se señala la posibilidad de que fuera una forma de representar el indescifrable nombre de Dioniso (recordemos, la misteriosa divinidad asimilada a Sabacio que había distinguido a Midas), transmitido de generación en generación entre la clase sacerdotal local. Sin embargo, otros creen que fue sólo una metáfora para legitimar la nueva dinastía, tal vez porque está relacionada con una leyenda macedonia similar; Hay más ejemplos de esto en la historia, uno de los más conocidos es la espada Excalibur. .
El caso es que el oráculo tuvo razón y la profecía se cumplió:aquella noche Zeus aprobó con una tormenta eléctrica la insólita iniciativa de Alejandro y el macedonio continuó su imparable campaña, conquistando Asia hasta el Indo.